Boletín 42: Fasceitis Plantar y los Corredores

La fascia plantar es una banda de tejido denso y y firme, poco elástico que conecta el talón con la base de los dedos y da soporte al arco longitudinal del pie. En los corredores es común que se inflame y produzca dolor. Se relaciona a obesidad, incremento súbito en el kilometraje, aumento en la velocidad, el correr subidas y bajadas, calzado inapropiado o desgastado, correr en superficies duras como concreto, pies con arco elevado, contractura del Tendón de Aquiles o en mujeres que usan tacones altos todo el día y luego corren con tenis con poca altura en el talón.
El dolor se presenta en la planta del pie, principalmente bajo el talón, pero puede presentarse en todo el arco del pie; es de tipo punzante, como que algo se clava en el talón. El dolor es más intenso al dar los primeros pasos en la mañana o después de estar mucho tiempo sentado, y disminuye después de caminar unos minutos o incluso correr; se cree que esto se debe a que el tejido inflamado en la planta del pie, se contrae al no apoyar por varias horas, y se “afloja o calienta” después de apoyar unos minutos. De hecho mucha gente tiene que caminar de puntas al dar los primeros pasos.
Debido a que el dolor de la Fasceitis plantar es dificil de controlar y tarda mucho en desaparecer, es mejor Prevenir o Tratarlo en forma temprana, antes de que se haga un problema crónico.
PREVENCION:
Corra en superficies suaves, no aumente más de 10% el kilometraje por semana, asegúrese de que los tenis que usa son los apropiados para su tipo de pie y que estén en buenas condiciones. Es importante hacer ejercicios de estiramiento de la Fascia Plantar y el Tendón de Aquiles.
TRATAMIENTO:
Tan pronto se presente el dolor, de masaje al pie (rodando una pelota de golf en la planta del pie) y aplique hielo (rodando una botella de agua congelada). Usar un soporte para el arco es importante. No se recomienda caminar descalzo o en zapatos con poca protección en el talón.
Si el dolor persiste más de 3 semanas, vea a un Médico. Las opciones incluyen el uso de plantillas o taloneras, vendajes, férulas de uso nocturno, anti-inflamatorios y fisioterapia los cuales controlan el dolor en más del 90% de los casos, en un período menor a 6 semanas. Para los casos más resistentes se puede requerir la aplicación de cortisona directamente en el área del dolor o usar terapia con ondas de choque, aunque los resultados de esta últimas son inconstantes. En los casos en los que el dolor persiste por más de un año, se puede considerar cirugía.
Aunque el dolor puede estar presente en un solo pie, Haga estiramiento y masaje en ambos pies, de preferencia temprano en la mañana y otras 3 veces más durante el día.
Estiramiento para la Fascia Plantar: Sentado cruce la pierna sobre la otra, y con la mano del mismo lado, jale los dedos del pie hacia arriba hasta sentir una tensión sin dolor. Mantengalo por 10 segundos, haga 20 repeticiones en cada pie.
Estiramiento para el Tendón de Aquiles: Parado con el pie doloroso atrás del sano, inclinese hacia una pared y deténgase con las manos. Flexione la rodilla de adelante y mantega la otra extendida, manteniendo el talón en el piso. Manténgalo por 10 segundos, haga 20 repeticiones.

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