Boletín 75: Los Tenis del Corredor

Sin lugar a duda que el equipo más importante para un Corredor, además de su propio cuerpo, son los Tenis. Existen múltiples características que se deben buscar en un par de tenis para encontrar los que mejor se ajustan a nuestras necesidades. Por ejemplo, existen tenis especialmente diseñados para jugar basketball, soccer, etc. Entre los que utilizan los corredores, los hay para correr carreras tipo sprint o en pista (spikes), otros para correr distancias largas, los hay también especiales para correr en la calle o en veredas (trail). Incluso los hay para entrenamiento y otros para competencia. Existen además tenis diseñados especialmente para apoyar en la parte delantera del pie y evitar caer con el talón (Newton), los que promueven su uso indican que estos permiten una mejor técnica y disminuyen el número de lesiones. Hasta aquí es relativamente fácil encontrar lo necesario, según la actividad a desarrollar.
La situación se hace un poco más compleja, ya que existen también diferentes tipos de tenis diseñados según la forma y alineación del pie. Esta teoría esta vigente desde principios de los 80´s. Y clasifica a los pies en tres tipos. 1) Cuando el pie tiene un arco alto y los talones se dirigen hacia adentro, se le denomina pie supinado y se recomienda un tipo de Tenis con más protección (Cushioning en Inglés), 2) Cuando el arco del pie es “normal” y la alineación de los talones es neutral, se recomienda un Tenis que dé estabilidad (Stability) y 3) Cuando el pie es plano y los tobillos y talones parecen estar vencidos, se le denomina Pie Pronado y se sugiere usar Tenis que controlen la movilidad o posición del pie (Motion Control). Aunque esto es utilizado en todo el mundo para recomendar el tipo de tenis a utilizar, la evidencia científica que la soporta es mínima. Debido a esto, algunos autores han recomendado correr con el tenis que te “siente bien” o con el que “estés más a gusto” y una vez encontrado el apropiado, recomiendan continuar con el mismo estilo de tenis.
Por estas mismas razones, en los últimos años se han desarrollado teorías Minimalistas en cuanto los tenis a utilizar, algunos de ellos con una suela muy delgada, y separación entre los dedos de los pies tratado de ser una especie de guante que se amolde al pie para protegerlo. Incluso hay quien considera que el pie es una estructura compleja que ha evolucionado a través de millones de años, hasta la perfección para caminar y correr; y consideran que el calzado solo entorpece estas funciones, por lo que recomiendan correr descalzo, “al natural”.

En cuanto a la vida útil de los tenis de correr, la mayoría de los artículos indican que es de entre 600 y 800 kms. sin embargo algunos autores consideran que esto se puede extender mucho más allá, sin encontrar efectos adversos, como lesiones. Otros sin embargo indican que solo deben utilizarse por 300-400 kms. Aunque las áreas que más obviamente se desgastan en un tenis son en la parte superior (tela,piel,etc.) y en la parte externa de la suela, el desgaste más importante sucede en las capas profundas de la suela, que son las que se encargan de absorber el impacto en cada paso. Según estudios científicos, los tenis pierden rápidamente algo de su función protectora en los primeros 100 kms y luego esto se estabiliza rápidamente, hasta llegar a alrededor de una pérdida del 20% al llegar a los 800 kms de uso. Esta pérdida es similar en las diferentes marcas de tenis, a pesar de que algunas usan diferentes tipos de material en la suela (Gel, Aire, Resortes). Aunque existe la creencia de que dejar descansar los tenis por uno o dos días antes de volverlos a usar, mejora su efecto protector, esto no ha podido ser comprobado.
Para darle más vida a sus tenis, se recomienda: Mantenerlos secos, en un lugar fresco, con las cintas flojas. No se deben meter a la lavadora ni a la secadora. Para secarlos se recomienda sacar la plantilla, aflojar las cintas y dejar que se sequen con el aire. Si se requiere lavarlos, se debe hacer con un cepillo húmedo y un jabón suave y luego dejarlos secar. No dejarlos dentro de bolsas plásticas o en la cajuela caliente del carro.

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