Boletín 93: Fracturas de Tobillo

El Tobillo es la articulación que une la pierna con el pie. Está formado por 3 huesos : 1- La tibia, es el hueso de la espinilla, y el más grueso de la pierna. 2- El Peroné es el hueso más delgado de la pierna y se encuentra por el lado externo, y 3- El Astrágalo, este es un hueso que se encuentra entre los dos anteriores, por arriba del hueso del talón. Estos 3 huesos están unidos por una serie de ligamentos (Ligas que mantienen los huesos unidos).
Cuando se lesionan los ligamentos, se le conoce como Esguince o Torcedura del Tobillo, pero cuando lo que se lesiona son los huesos, entonces se trata de una Fractura. Las fracturas pueden afectar a 1, 2 o los 3 huesos del tobillo, y en algunos casos se pueden asociar lesiones de huesos y ligamentos. Entre más estructuras se encuentren lesionadas, más severa e inestable es la lesión, aumentando la necesidad de realizar operaciones para poder restablecer la estabilidad y estructura del tobillo.
La mayoría de las fracturas del tobillo son producidas por torsión o rotación del tobillo, en caídas o lesiones deportivas y accidentes automovilísticos.
Los síntomas más comunes son: Dolor severo, inmediato después de la lesión, inflamación, incapacidad para apoyar o caminar, y deformidad cuando los huesos se mueven o se salen de su lugar.
El diagnóstico se realiza habitualmente con radiografías simples del tobillo, en algunos casos especiales, puede ser necesario un TAC o Tomografía Axial Computarizada para ver con mayor detalle las características de las fracturas. Tratamiento: En general, cuando los fragmentos de hueso se mantienen en su lugar, solo requieren de inmovilización con un yeso o algún tipo de férula o botas especialmente diseñadas para este propósito. Cuando los fragmentos del hueso se desplazan (se mueven de su lugar) es común que se requiera de operaciones para regresarlos a su posición original y luego mantenerlos en esta posición con tornillos y placas o clavos especiales; estos son fabricados con aleaciones de metales con gran resistencia y que no producen reacción de rechazo por el cuerpo.
Debido a que las fracturas de tobillo afectan la superficie de la articulación, es indispensable que estas cicatricen con una alineación perfecta. Si no es así, se puede producir una fricción o roce anormal entre los huesos y esto llevar a un desgaste prematuro del tobillo, lo cual se manifiesta por dolor, inflamación y limitación de la movilidad que generalmente es permanente.
En los últimos años el tratamiento se ha orientado a permitir el apoyo y la movilidad más temprana, y así rehabilitar y regresar más rápidamente al paciente a sus actividades habituales. Esto se ha logrado por el mejor entendimiento de estas lesiones y el diseño de implantes metálicos modernos que nos permiten lograr esto.
Las fracturas de tobillo, pueden también afectar a los niños y en ellos es común que la lesión afecte al cartílago de crecimiento. Su tratamiento generalmente implica acomodar los huesos en su posición e inmovilizarlos con un yeso. En los niños es raro que se requiera de fijación con clavos o tornillos. En ellos es muy importante vigilar la evolución, para asegurarnos que el crecimiento no se vea afectado.

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