Boletín 109. Lesiones comunes en Tenistas

El Tenis es uno de los deportes más populares en el mundo, los juegos pueden durar varias horas y requieren de cientos de esfuerzos cortos pero de gran energía. En general las lesiones crónicas por uso repetitivo afectan al hombro, codo y muñeca (extremidad superior) y las lesiones agudas afectan a las extremidades inferiores.
Estudios han demostrado que la incidencia de lesiones es de alrededor de 1 por cada 1,000 horas de juego. Alrededor del 50% de las lesiones afectan las extremidades inferiores, un 35% las extremidades superiores, y un 15% al tronco.
FACTORES: En los últimos 30 años, las raquetas han cambiado de ser pequeñas, de madera y pesar unos 400 grs., a las nuevas de grafito, más firmes y grandes, con un peso aproximado de 250 grs. Estas raquetas más grandes permiten golpear la bola más lejos del centro de la raqueta lo cual produce una mayor vibración y torsión sobre la mano y muñeca, la cual es trasmitida a los músculos del antebrazo y es una de las causas del “Codo de Tenista”. Estas nuevas raquetas y cuerdas han mejorado el desempeño, permitiendo mayor velocidad de la pelota y de la raqueta misma al momento del impacto, lo cual se ha asociado a un mayor número de lesiones. La mayor rigidez de las raquetas y las cuerdas también resulta en una mayor vibración transmitida al brazo.
El tipo de empuñadura o “grip” también afecta las cargas transmitidas a la mano. Los grips llamados “Western o Semiwestern” tienden a afectar el lado cubital de la muñeca (el lado del dedo meñique) y la empuñadora tipo “Eastern” afecta más el lado radial (lado del dedo pulgar).
La superficie de juego puede también influir, las canchas duras o sintéticas producen más lesiones ya que permiten una mayor velocidad de la pelota, comparadas con la arcilla y el césped.
EXTREMIDAD SUPERIOR: La mayoría de las lesiones en el hombro están relacionadas con el saque, ya que este se produce con el hombro y brazo elevado, y es el golpe que requiere mayor esfuerzo. En el hombro los tendones y el cartílago del borde de la articulación (labrum) son los más afectados.
En el codo las lesiones más comunes afectan a los tendones en la cara lateral del codo (Codo de Tenista, Ver Boletín) y menos frecuentemente en la cara interna del codo, y se manifiestan por dolor al hacer esfuerzos o cargar objetos pesados, al saludar, etc. En la muñeca también los tendones y el cartílago triangular son los más comúnmente afectados.
Las lesiones de la extremidad superior se tratan inicialmente con reposo, medicamentos anti-inflamatorios, hielo y calor, fisioterapia e inmovilización temporal. En raros casos se requiere de aplicación directa de Esteroides (Infiltración) o Cirugía. Muchas de estas lesiones se pueden prevenir con un programa de entrenamiento y fortalecimiento específico y progresivo.
TRONCO: Los músculos del abdomen se pueden lastimar, generalmente por el servicio o saque el cual implica la extensión y rotación del tronco para generar la mayor fuerza posible en el saque. Y se manifiesta por dolor en la parte baja del abdomen, por lo general en el lado contrario al del saque. La mayoría mejoran con reposo y medicamentos. Las lesiones de la columna lumbar (cintura) y la cadera también son comunes en tenistas, y están relacionadas a la rotación repetitiva y el esfuerzo al golpear la pelota en esta posición.
EXTREMIDAD INFERIOR: La lesión más común en el tenis es el ESGUINCE DE TOBILLO (Ver Boletín), y este puede estar relacionado a la superficie de juego, el tipo de tenis que se utilizan, el nivel de juego, etc. Algunas lesiones se producen al pisar una pelota que no está en juego. De hecho muchos profesionales juegan con algún tipo de protección, ya sea vendajes o “tapes”, férulas o tobilleras para estabilizar el tobillo y prevenir lesiones. La mayoría de los Esguinces se manejan en 3 Fases: Fase 1 Reposo, Hielo, Compresión y Elevación (Ver Boletín EL HIELO). La Fase 2 implica un período de reposo e inmovilización con una férula o yeso. Y la Fase 3 incluye Rehabilitación con ejercicios de fortalecimiento, estiramiento y de propiocepción (ejercicios para evitar nuevas lesiones). En raros casos se requiere de cirugía para reparar los ligamentos del tobillo.

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