Boletín 120. El Sueño y su Salud

El sueño ocupa aproximadamente una tercera parte de nuestro tiempo, y de nuestra vida. Se considera que un adulto normalmente requiere entre 6-10 horas de sueño al día y los niños según su edad entre 10-12 horas. El propósito del sueño es proporcionar descanso al cuerpo y al cerebro y así prepararnos para el siguiente día de actividades. Aunque no se sabe a ciencia cierta, se cree que durante el sueño el cerebro almacena y clasifica información, se reabastece de substancias químicas indispensables para su funcionamiento y resuelve problemas.
Existen diferentes etapas del sueño, este se inicia con el llamado sueño superficial, del cual es muy fácil levantarnos con cualquier ruido o estímulo; este progresa al llamado sueño profundo y luego al Sueño REM (Rapid Eye Movement) o de movimientos oculares rápidos, es en este último donde se presentan los sueños. Cada noche vamos pasando de las fases de sueño superficial al profundo y luego al Sueño REM durante varios ciclos. Aunque todos soñamos, la capacidad de recordar los sueños es muy variable de persona a persona y en parte depende del momento en que te despiertas, si esto sucede durante la misma fase REM la capacidad de recordar el sueño es mucho mayor.
En esta sociedad tan compleja es difícil para muchos de nosotros obtener el suficiente tiempo de sueño. La falta de sueño se asocia a una serie de trastornos como: Cansancio, somnolencia durante el día, pobre concentración, irritabilidad, mal humor, dolor de cabeza, menor capacidad para retener información, para manejar el stress o defenderse de las infecciones y enfermedades en general. En casos crónicos se asocia a Obesidad, Diabetes, y una serie de Enfermedades del corazón incluyendo infartos, embolias, etc. De hecho podemos sobrevivir sin comer, solo tomando líquidos, más tiempo que sin dormir. Y algunas formas de tortura se basan en no permitir que la persona duerma por varios días.
Existen una serie de problemas que afectan al sueño, el más común de ellos es:
El insomnio, o dificultad para conciliar el sueño. Este es más común en las personas de mayor edad y se debe a una serie de factores, como el stress, alteraciones en substancias como la melatonina y la hormona de crecimiento, etc.
Las siguientes son medidas que ayudan a dormir mejor:
– Acuéstese y levántese a la misma hora todos los días
– Duerma en una habitación obscura y silenciosa.
– No tener Televisión en la habitación
– Evite la nicotina y la cafeína
– No tomar alcohol, hacer ejercicio, o comer mucho antes de acostarse
– No duerma siesta después de las 3 de la tarde
Es común que se utilicen medicamentos para el sueño (somníferos) sin embargo estos tienen una serie de efectos secundarios y tienden a causar adicción; por lo que de ser posible se deben evitar, o utilizarse solo por períodos cortos.
Otro de los problemas importantes relacionados con el sueño, es la llamada: Apnea del Sueño, esta implica períodos en los que la persona deja de respirar o lo hace muy superficialmente, al estar dormido. Esta es más común en personas con obesidad o con problemas que obstruyen las vías aéreas. Se calcula que unas 12 Millones de personas en los Estados Unidos la padecen y sus efectos incluyen todos los mencionados en la falta de sueño. Este problema generalmente se maneja con disminución de peso, unos aparatos que administran oxígeno o aire a presión a través de una mascarilla que se aplica en la boca y nariz durante la noche, o con cirugía para aliviar la obstrucción de las vías aéreas.
Otros trastornos comunes del sueño incluyen el Ronquido, las Pesadillas, el Síndrome de la piernas inquietas, el sonambulismo, hablar al estar dormido, terrores nocturnos, orinarse en la cama y rechinar los dientes, todos estos son llamados parasomnias. En la mayoría de los casos buenos hábitos alimenticios, el hacer ejercicio con regularidad por las mañanas, evitar la cafeína, nicotina y el consumo moderado del alcohol son suficientes para evitar o mejorar estos problemas.

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