Boletín 157: Transfusión de Sangre

La Transfusión de sangre y/o sus derivados es un procedimiento que implica el obtenerla de una persona (donador) y administrarla a otra (receptor).
Los componentes de la sangre que se pueden transfundir son Plaquetas, Factores de Coagulación, Plasma, Albúmina, Inmunoglobulinas, Glóbulos rojos (Paquete globular), etc.
Aunque originalmente se trasfundía la sangre completa, ahora es más común que se trasfundan solo las partes de la sangre que el paciente requiere.
Antes de una transfusión se deben de tomar en cuenta los siguientes factores:
No todos los pacientes con anemia requieren de transfusión. No se debe transfundir basado solamente en resultados de laboratorio (Esto quiere decir que no hay un número mágico debajo del cual se tiene que transfundir; se deben tomar en cuenta la edad, estado general del paciente, signos vitales, etc.). Antiguamente se consideraba que aquellos con menos de 10 grs de Hemboglobina deberían ser trasfudidos. Se deben hacer pruebas para verificar que el Tipo sanguíneo del donador y receptor sean compatibles, se debe monitorizar al paciente durante la transfusión y suspenderla si existe cualquier tipo de reacción adversa. Y SE DEBEN EVITAR TODAS LAS TRANSFUSIONES INECESARIAS.
Aunque existen más de 300 grupos sanguíneos, los más importantes son los del Grupo ABO y los del Rh. En México el grupo más común es el O+.
Los candidatos ideales para donar sangre son:
Voluntarios sanos, que donan sangre en forma regular, sin recibir pago alguno. Edad mayor a 17 años, peso mayor a 50 kgs. Siempre se checa la sangre para Hepatitis B y C, Sida, y Sífilis, se realizan pruebas especiales en ciertas circunstancias. Además tienen que responder un cuestionario acerca de enfermedades previas, estilo de vida (uso de drogas, vida sexual), uso de medicamentos, etc. Se requiere que las mujeres tengan un mínimo de Hemoglobina de 12.5 gramos y los hombres 13.5. Las mujeres pueden donar sangre un máximo de 3 veces al año y los hombres 4. Cuando la donación es sólo de plasma o plaquetas pueden hacerlo hasta cada 15 días (24 donaciones al año).
La sangre generalmente es filtrada, para remover los glóbulos blancos, con lo que se disminuyen las reacciones adversa a la transfusión. Luego se le realizan exámenes para clasificar su tipo y descartar enfermedades, se almacena y se refrigera en el Banco de Sangre. La vida útil de los glóbulos rojos es de unas 5 semanas, la de las plaquetas 5 días y el plasma congelado se puede utilizar hasta por 3 años.
Antes de transfundir, y siempre y cuando las circunstancias lo permitan, se debe comentar con el paciente y sus familiares las ventajas, desventajas y posibles complicaciones de la transfusión, además de obtener un consentimiento firmado por los mismos.
Aunque la mayoría de la gente considera que la transmisión de una infección es el principal riesgo de una transfusión, este riesgo es extraordinariamente bajo. El principal riesgo en realidad es la posibilidad de una reacción de tipo alérgico a los componentes de la sangre. Otro riesgo es la administración incorrecta de sangre a un paciente, casi siempre por ERROR HUMANO PREVENIBLE. Es por eso que las transfusiones solo deben ser realizadas en Hospitales y Centros que cuenten con personal y equipo especializado. Además el paciente debe ser monitorizado durante la transfusión, los signos vitales checados cada 15 minutos.
Las principales indicaciones de Transfusión son:
Control de Anemia o pérdida sanguínea aguda, como en una Cirugía mayor o en un Accidente. O Crónica: Enfermedades que afectan la producción de componentes de la sangre (Cáncer, Enfermedades de los Riñones, Hígado, Médula Osea, Desnutrición severa).
En estos casos se requiere de glóbulos rojos para el transporte de oxígeno a los tejidos, lo cual permite las funciones vitales y la reparación de heridas.
Administración de promotores de coagulación como Plaquetas, Plasma fresco, Factor Vii y VIII, Fibrinógeno
Administración de Proteínas (Albúmina) indispensables para la reparación de tejidos
Administración de Inmunoglobulinas para mejorar la defensa contra infecciones.
Algunas alternativas para disminuir la necesidad de Transfusión son:
Uso de hierro, eritropoyetina, etc. para estimular la formación de sangre en enfermedades crónicas, o previo a cirugía mayor.
Uso de medicamentos (Acido Tranexamico, etc) para disminuir el sangrado en cirugías mayores y accidentes. Uso de recuperadores de sangre (Cell saver) en cirugías mayores.

Aunque se han hecho grandes avances, en cuanto el uso e indicación de las transfusiones, aún se realizan muchas transfusiones innecesarias, las cuales pueden poner en riesgo la salud e incluso la vida del paciente. Por lo que siempre se deberá valorar las ventajas, desventajas y riesgos de una Trasfusión de sangre o sus derivados.

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