Boletín 172. El Sistema Muscular

El Sistema Muscular está compuesto por más de 600 músculos, forman el tejido con más volumen y peso del cuerpo y también dan el contorno corporal.
Existen diferentes tipos de Músculos:
1) Los llamados músculos esqueléticos, son los que producen el movimiento, además actúan en contra de la gravedad para mantenernos de pie o sentados. También nos permiten hablar, mover los ojos, etc. El movimiento y función de estos músculos se controla a voluntad, por lo que también se les conoce como Músculos Voluntarios, o Músculos estriados, ya que tienen unas bandas o estrías como parte de su estructura.
2) El músculo cardiaco, produce el movimiento y contracciones del corazón. Este músculo es involuntario, pero también tiene estrías.
3) El músculo liso o de las vísceras, se encuentra en las paredes del tubo digestivo, aparato respiratorio, vejiga, vasos sanguíneos, etc. Estos músculos trabajan en forma automática en respuesta a las necesidades corporales; por lo que se les llama Músculos Involuntarios, y como no tienen estrías también se les conoce como Músculos lisos.
Los músculos estriados o esqueléticos, se conectan a los huesos a través de los tendones, estos son estructuras que semejan cuerdas y están formados por tejido muy denso y fuerte. Cuando un músculo se contrae, se produce movimiento entre el hueso donde se origina el músculo y el hueso donde termina, a través de una articulación. Aunque estos músculos responden a un control voluntario, en muchas ocasiones se hacen movimientos en forma automática, como al caminar, correr, manejar un carro, etc. Los músculos se activan mediante una órden generada en el cerebro y transmitida a través de impulsos eléctricos por los nervios para producir su contracción. Cada músculo tiene una acción específica, por ejemplo el Bíceps, sirve para flexionar (doblar) el codo y siempre existe un músculo o grupo de músculos que hacen la acción contraria, en este caso el Tríceps extiende (estira) el codo.
El ejercicio produce que los músculos se fortalezcan y crezcan (hipertrofia), este es un proceso de adaptación que le permite a los músculos realizar esfuerzos cada vez mayores. Cuando el ejercicio es más intenso de lo que los músculos pueden tolerar (como al correr un Maratón sin entrenar apropiadamente) se produce un estado de cansancio o sobreentrenamiento.
LAS LESIONES más comunes de los músculos se producen cuando este se contrae y una fuerza externa actúa sobre de ellos produciendo un estiramiento súbito (en sentido contrario de la contracción); lo cual puede producir una ruptura o desgarre muscular, comúnmente le llamamos “tirón”. En la mayoría de los casos el reposo y el tiempo permiten que el cuerpo haga una cicatriz y repare la lesión, sin embargo debido a que la cicatriz no tiene la misma resistencia, ni elasticidad que el músculo, es común que el área lesionada se vuelva a lastimar con un esfuerzo relativamente menor. Por lo anterior se recomienda que antes de regresar a la actividad física o deportiva (después de una lesión) la persona sea valorada por un Médico Traumatólogo o un Especialista en Medicina Deportiva; y se retome la actividad en forma lenta y progresiva para permitir que el área lesionada se adapte nuevamente a las cargas de trabajo. En algunos casos la ruptura o desgarro se produce en la unión del músculo y el tendón, y se pudiera requerir una cirugía para repararla. Otras lesiones comunes son las contusiones o traumatismos directos al músculo, los cuales son comunes en deportes de contacto como el soccer, futbol americano, basketball, etc. Estos pueden producir sangrado dentro del músculo o ruptura de sus fibras. Además los músculos pueden ser afectados por enfermedades inflamatorias o infecciosas llamadas Miositis y también por procesos que los debilitan progresivamente, como las Distrofias Musculares. La inmovilización también afecta a los músculos en forma indirecta (por ejemplo con un yeso o después de una cirugía), ya que esto produce atrofia y debilidad de los músculos que no se utilizan en forma normal. Un proceso similar se presenta en las enfermedades del Sistema Nervioso, en las cuales no se produce el estímulo eléctrico normal para que funcionen los músculos, como en los casos de Parálisis Cerebral, Espina Bífida, Infartos Cerebrales, Tumores Cerebrales, Esclerosis Múltiple, etc.

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