Boletín 174: Las Heridas Quirúrgicas

A pesar de que las heridas quirúrgicas en la mayoría de los procedimientos de Traumatología y Ortopedia, han disminuido de tamaño, gracias a la tecnología y a los mejores conocimientos médicos, aún tienen posibles complicaciones, como lo son:
1) Infección, esto sucede en aproximadamente 1% de los casos.
2) Dehiscencia (la herida no cierra bien, y se abre parcial o totalmente) y
3) Las cicatrices que dejan para el resto de la vida
Las infecciones de heridas quirúrgicas y los problemas de cicatrización son especialmente comunes en los pacientes con factores de riesgo, en particular los diabéticos, las personas obesas, fumadoras, fracturas expuestas y en general los pacientes con sistemas de defensa debilitados (Cáncer, SIDA, Enfermedad Crónica de los Riñones y el Hígado, Desnutrición, etc.). Cuando una persona a quien se le realizó un procedimiento ortopédico sufre una infección quirúrgica profunda, tiene el doble de probabilidades de reingresarse al hospital, y en promedio se tiene que hospitalizar por dos semanas, y los costos de su atención se triplican.
Otros factores que afectan la cicatrización son: Edad avanzada, sitio de la cirugía, cirugías previas en el mismo sitio, radiación local, uso de medicamentos como esteroides (Cortisona). Además del tiempo de cirugía, una buena técnica quirúrgica, en particular el cuidado de la circulación de la piel y músculos, así como el cierre de las heridas sin tensión, para lo cual existen diferentes técnicas, incluso en los casos más severos, puede ser imposible cerrar la herida por completo en forma inicial. Existen también suturas con antibióticos (Triclosán) que disminuyen un 30% las probabilidades de infección de la herida.
Las heridas se deben mantener secas, se deben revisar una vez al día para vigilar su evolución, como avanza la cicatrización y si existe evidencia de complicaciones como infecciones. Los principales datos de infección son: Aumento en la intensidad del dolor, enrojecimiento, inflamación, aumento de la temperatura local, salida de pus, sangre u otro líquido, ampollas, puntos blancos, fiebre, sudoración y escalofríos.
Se deben seguir las indicaciones de su médico para el cuidado de las mismas, pero en general no se recomienda usar alcohol, yodo, ni agua oxigenada en las heridas. Algunos doctores prefieren dejar la herida al aire libre, para que se seque y se produzca una costra que la selle, otros prefieren que esté cubierta, al menos los primeros días, para evitar el contacto con el medio externo. Para esta cobertura clásicamente se han utilizado gasas secas estériles, en los últimos años se han vuelto muy populares diversos tipos de apósitos que combinan una gasa con una película de plástico estéril que se adhiere a la piel y permite al paciente bañarse en la regadera sin que se moje la herida.
Para el cierre de la heridas, clásicamente se han utilizado suturas (hilos) que pueden ser absorbibles, esto quiere decir que se deshacen solas y por lo tanto no requieren ser retiradas, o No absorbibles.
Otra opción son las grapas metálicas, las cuales permiten un cierre más rápido, sin embargo algunos estudios las han relacionado con una mayor frecuencia de infecciones superficiales y una cicatriz más gruesa
Las cintas adhesivas (como vendoletas) se han vuelto muy populares para complementar el cierre de las heridas, o incluso para substituir la ultima capa de sutura en la piel, las más conocidas comercialmente son las Steri-Strips. Mejoran el cierre, disminuyen la tensión y no dejan cicatriz.
Adhesivos: Existen substancias conocidas como Cola Loca, o Super Glue, que tienen uso médico, principalmente para heridas y escoriaciones superficiales. Su uso se ha extendido al cierre de heridas quirúrgicas con resultados cada vez más satisfactorios. Es muy probable que en el futuro cercano muchas heridas quirúrgicas, sean pegadas con una goma o líquido, en lugar de cerrarlas con suturas o grapas como en la actualidad.
En cuanto a las cicatrices que dejan las heridas quirúrgicas, estas dependen principalmente del tipo de cicatrización de la persona, en general las personas de piel blanca hacen mejores cicatrices que las de piel más obscura. Algunas personas hacen una cicatrización llamada queloide, esta implica que la cicatriz es más gruesa y grande que la herida original; lo cual es contrario a lo habitual, en donde la cicatriz es más pequeña y delgada que la herida que la originó. También la cicatriz depende de que la cirugía se realice con una técnica apropiada y cuidadosa con la piel y su circulación. Si la herida se complica con infección o retraso en el cierre, la cicatriz será más obvia. Algunos lugares como los hombros y el pecho generalmente producen cicatrices más gruesas que el resto del cuerpo.

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