Boletín 191. Los Zapatos Ortopédicos NO Funcionan

Boletín 191. LOS ZAPATOS ORTOPEDICOS NO FUNCIONAN

Diferentes tipos de zapatos y aparatos ortopédicos datan de hace unos 500 años cuando se utilizaron originalmente para tratar deformidades producidas por fracturas, infecciones, poliomielitis, deformidades congénitas, etc. Los llamados zapatos ortopédicos como los conocemos en la actualidad, son aquellos a los que se les han atribuido la capacidad de corregir un sinnúmero de problemas o variantes en la forma o posición de los pies y las piernas, entre los que se encuentran el pie plano, “tobillos vencidos”, “arco caído”, angulación de las rodillas hacia adentro o afuera, marcha con las puntas de los pies hacia adentro o hacia afuera, dolores en las piernas, rodillas, columna, etc. Aunque su uso data de hace más de 100 años, NO EXISTE EVIDENCIA CIENTIFICA QUE APOYE SU EFECTIVIDAD. En otras palabras, NO FUNCIONAN.
De hecho los estudios que se han hecho en los últimos 30 años han demostrado que usar un “Zapato ortopédico”, Plantillas o taloneras NO SON EFECTIVOS para modificar la forma de los pies, tobillos, piernas, caderas o columna. Específicamente en los casos de Pie Plano, sabemos que la mayoría de los bebés tienen el Pie Plano por la elasticidad de los ligamentos; con la edad al disminuir la elasticidad, el arco va “creciendo” naturalmente. Estudios científicos han demostrado que ESTE PROCESO SE DA CON O SIN LAS PLANTILLAS O ZAPATOS ORTOPEDICOS, por lo que no tiene sentido usarlos.
En los casos de angulación de las rodillas (hacia adentro o afuera) o cuando los pies apuntan hacia adentro o afuera, los zapatos y plantillas han demostrado ser COMPLETAMENTE INEFECTIVOS para modificar la alineación de las piernas o rodillas. Existen además una serie de aparatos ortopédicos como los llamados “Cables” o “Twisters” los cuales están diseñados para modificar la rotación de las piernas, estos mejoran la posición de las piernas mientras se usan, pero al retirarlos, la deformidad reaparece, sin ninguna mejoría permanente. Estos aparatos, así como los llamados zapatos ortopédicos producen una serie de alteraciones en la imagen corporal y autoestima de los niños, y los hace objeto de burlas y ataques por sus propios compañeros (víctimas de Bullying).
En cuanto a los zapatos y plantillas, la mayoría de ellos SON MUY RIGIDOS, INCOMODOS, POCO ESTETICOS, PESADOS Y COSTOSOS; además como hemos mencionado no producen ninguna mejoría en la alineación de los pies, tobillos o piernas, por lo que no deben ser utilizados.
* Una situación en la que las plantillas pudieran ser de utilidad es para aliviar las molestias o dolor asociado al pie plano, sobretodo en niños o personas con sobrepeso o mala alineación. Pero sin esperar que la plantilla o zapato especial mejore la alineación o forma del pie o la pierna. A lo más que podría aspirar el uso de una plantilla o zapato especial es a disminuir las molestias, pero NO CORRIGEN NINGUNA DEFORMIDAD.
* Otra situación especial la tenemos en los niños con Enfermedades Neurológicas, como la Parálisis Cerebral Infantil, Espina Bífida, etc. en la cual existe una alteración en la función y control neurológico, en estos casos se pudiera requerir del uso de algún soporte o aparato ortopédico para mejorar el apoyo, balance y alineación de los pies y piernas de estos niños.
Estos casos son relativamente raros. Para la gran mayoría de los niños NO SE REQUIERE EL USO DE ZAPATOS ORTOPEDICOS, PLANTILLAS O APARATOS ORTOPEDICOS. Esta conducta se hizo muy común en el Siglo pasado, pero múltiples estudios han demostrado que:
1) No son efectivos, 2) Son incomodos, 3) Limitan la función de los niños por ser muy pesados y rígidos, 4) Son Costosos y 5) Producen problemas de imagen corporal y autoestima en los niños que los usan. Haciéndolos sentir (a ellos y a sus padres), que tienen un problema o deformidad, cuando en realidad no lo existe. La gran mayoría de los problemas para los que son utilizados son situaciones comunes en los niños, conocidas también como variantes normales, que tienden a mejorar o desaparecer espontáneamente y por lo tanto no requieren de tratamiento.
Por lo que es recomendable que si a sus niños se les indica el uso de alguno de estos artefactos, pida una opinión calificada de preferencia de un TRAUMATOLOGO u ORTOPEDISTA PEDIATRA, quien le podrá indicar que es lo más apropiado para su hijo. Es indispensable no confiar en recomendaciones de zapaterías o “médicos de zapatería” ya que en muchas ocasiones estos tienen fines comerciales.

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