Boletín 199. Embarazo en Adolescentes

México vive una epidemia de embarazos en Niñas y Adolescentes. Según cifras oficiales más de 400,000 nacimientos al año provienen de madres menores de edad, esto es más del 20% de los nacimientos en el país. México es el país de la OCDE con más alto índice de embarazos en niñas y adolescentes, así como uno de los países Latinoamericanos con mayor número de embarazos en menores de 20 años.
A pesar de que vivimos en una época en la cual la información y comunicación se dan en forma prácticamente instantánea; este problema que originalmente afectaba casi exclusivamente a las poblaciones más marginadas del sur del país, se ha extendido a prácticamente todos los rincones del país y en diversos grados a todos los estratos socio económicos.
El embarazo en niñas y adolescentes es un problema complejo que se presenta con mayor frecuencia en la población marginada, expuesta a la violencia ahora tan común en nuestro país y el hacinamiento (un gran número de estos embarazos son producto de relaciones entre familiares, padres, abuelos, padrastros, etc.). Debido a que muchos de estos embarazos son no deseados, terminan en abortos o en el abandono del bebé al nacer.
El embarazo margina a estas niñas y adolescentes, ya que la mayoría se ven forzadas a dejar los estudios y se les dificulta encontrar empleo por el hecho de ser madres. Además la mayoría de estas jóvenes se convierten en madres solteras lo cual complica aún más su situación económica.
Además el embarazo en mujeres menores de edad, se considera como de alto riesgo, ya que existen mayores complicaciones tanto durante el embarazo, como al momento del parto. En este grupo es más común: La muerte materna, los bebés de bajo peso, prematuros, malformaciones congénitas y complicaciones al nacer.
Además las niñas y adolescentes no tienen la capacidad económica, psicológica y educación necesaria para poder solventar todas las responsabilidades que implica un embarazo y la educación del bebé. Es común que estos niños sean abandonados por sus madres. Muchos de estos niños repiten el patrón y se vuelven a sus vez, padres o madres adolescentes, otros tantos ante la falta de oportunidades, educación y valores son presa fácil del crimen.
Algunos de los factores involucrados, además de los ya mencionados son, la mayor información acerca de temas sexuales, parece haber estimulado el inicio temprano de la vida sexual activa de nuestras niñas y jóvenes, esto aunado al desconocimiento de los métodos anticonceptivos más efectivos y/o su forma de uso apropiado. Otras jóvenes al parecer usan el embarazo como una forma de escapar de su realidad familiar. En otros casos el embarazo se debe a violación o relaciones sexuales no deseadas.
Como prevenir este problema: CON EDUCACION EN LA FAMILIA, CON EL EJEMPLO QUE LOS PADRES LES DAMOS, VIGILANDO SU ENTORNO, sus amistades y también lo que ven en las redes sociales e Internet. Algunas de estas niñas son víctimas de personas que las acechan a través de diversos medios electrónicos y se aprovechan de su inocencia o incapacidad para detectar el peligro. Incluso de acuerdo a la UNICEF, unas 16,000 menores de edad son explotadas sexualmente en México con fines comerciales.
Por supuesto que la mejor manera de evitar el embarazo a temprana edad, es el abstenerse de tener relaciones sexuales hasta que llegue la edad apropiada y la madurez, en todos los sentidos. Cuando esto no es posible, existen una serie de métodos anticonceptivos, que aunque no son lo ideal, pueden prevenir infecciones de transmisión sexual, un embarazo no deseado y todas sus consecuencias.

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