Boletín 224. Crisis Convulsivas

Crisis convulsiva o “ataque” se refiere a una disfunción cerebral súbita, que hace que la persona se desplome, tenga movimientos anormales o presente otras alteraciones temporales en el funcionamiento cerebral, comunmente acompañadas de alteración o pérdida del estado de la conciencia.
La mayoría se producen por descargas eléctricas anormales originadas en el cerebro o por disminución de la irrigación sanguínea del mismo. Los síntomas varían según la parte afectada del cerebro.
Algunas de estas crisis o “ataques” pueden ser consecuencia de otros problemas, como un nivel bajo de azúcar en sangre, una infección, un golpe en la cabeza, una intoxicación accidental o una sobredosis de medicamentos o drogas. También pueden ser producidas por un tumor cerebral o cualquier situación que lleve a falta súbita de oxígeno, o una reducción del riego sanguíneo cerebral. En algunos casos, la causa de la crisis convulsiva no se puede precisar. En nuestro medio es común la cisticercosis (enfermedad producida por un parásito que afecta el cerebro). Cuando este tipo de crisis suceden en más de una ocasión, pueden indicar la presencia de epilepsia.
Los niños menores de cinco años PUEDEN presentar convulsiones asociadas a fiebre moderada o alta, generalmente arriba de 38°C. Este tipo de convulsiones son de corta duración y rara vez producen problemas graves, o poner en peligro la vida del niño afectado. A menos que la fiebre se asocie a una infección importante del cerebro, como la meningitis o encefalitis.
¿ QUE HACER CUANDO ALGUIEN TIENE UNA CONVULSION ?
Cuando una persona tiene una crisis convulsiva, se le debe colocar sobre el suelo en un área segura, preferentemente acostado sobre el lado derecho. Alejarlo de los objetos cercanos, para que no se golpee. Aflojarle la ropa alrededor del cuello o de la cabeza (corbata, etc.). No intente mantener abierta la boca del paciente ni colocarle objetos entre los dientes, ni intente detenerlo o impedir que se mueva.
Una vez concluido el episodio, verifique que el paciente no se haya lastimado y tranquilicelo. Es mejor que permanezca acostado hasta que se haya recuperado por completo y se pueda mover por sí mismo. Inmediatamente después de un episodios convulsivo, los pacientes suelen estar cansados, confusos o incluso agotados y pueden caer en un sueño profundo. No intente despertarlo si respira con normalidad. No intente alimentarlo, ni darle líquidos hasta que esté despierto y alerta.
Llame al teléfono de emergencias (911) de inmediato si la persona:
¥ tiene dificultades para respirar
¥ se pone “morado o azulado”
¥ ha sufrido un golpe en la cabeza
¥ no se recupera por completo
¥ tiene alguna enfermedad cardíaca
¥ es la primera crisis convulsiva
¥ parece haber ingerido medicamentos u otras sustancias con que se podría haber intoxicado
En la mayoría de estos casos se requiere la valoración de un Neurólogo y algún estudio como un TAC o Resonancia Magnética del cerebro para tratar de establecer el origen de la crisis convulsiva.
Si ya ha tenido varias crisis convulsivas, llame al teléfono de emergencias solo si el ataque dura más de cinco minutos. Si la persona respira normalmente, la crisis dura solo unos pocos minutos, y ya se han presentado crisis previamente se puede estar tranquilo.
Cuando un niño presenta convulsiones febriles, generalmente se utilizan medicamentos para bajarle la fiebre, como el ibuprofeno o el paracetamol, además de un baño de agua fresca-fría, hasta controlar la temperatura.
En los casos de crisis repetitivas (Epilepsia) se requiere del uso de medicamentos específicos. En los casos en los que se encuentra una causa específica se deberá realizar un tratamiento dirigido a corregirla (Tumores, infecciones, fiebre, etc.)

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