Boletín 190. Los Zapatos para los Niños

Los niños empiezan a caminar alrededor del año de edad, y es cuando generalmente los padres se preocupan por los zapatos de sus hijos. Sin embargo debemos recordar que los zapatos son un invento del “Hombre Moderno” y su principal función es proteger el pie del frío, calor y objetos que lo puedan lastimar como piedras, vidrios, etc. El pie ha evolucionado a través de miles, millones de años a ser una máquina perfecta para ayudarnos a soportar el peso corporal al estar parados o trasladarnos de un lugar a otro. Lo “natural” para el pie es estar descalzo, por lo que se debe permitir que los niños estén descalzos en ambientes protegidos como dentro de su casa, etc., de hecho los músculos, tendones, ligamentos y huesos del pie están diseñados para esto y la movilidad libre los fortalece. Por lo tanto los zapatos deben de además de darnos la protección mencionada, ser lo más cómodo, ligero y flexible posible, como si fueran un “guante protector” para los pies. Los zapatos pesados y con suela rígida solo limitan la función del pie y no deben ser utilizados por los niños. En los adultos estos zapatos pesados y rígidos, llamados “zapatos de seguridad” son indispensables para proteger los pies en algunas actividades muy específicas.
Entre las características que debemos buscar en los zapatos de los niños se encuentran las siguientes:
A) Materiales del que están construidos
B) Ajuste apropiado para el pie del niño
C) Tipo de Calzado
A) MATERIALES. Los zapatos constan de al menos 4 partes:
1) El talón, este debe de ser firme para dar soporte y estabilizar la parte posterior del pie.
2) La suela externa, clásicamente esta era de cuero o de baqueta, en los últimos años se han vuelto populares las suelas de goma o de hule; estas tienen la ventaja de ser más ligeras, flexibles y antiderrapantes.
3) La suela interna o plantilla. A pesar de que la mayoría de los niños tienen los pies planos por la flexibilidad de sus ligamentos, no se requiere de un arco o plantilla especial en la mayoría de los niños. ESTE TEMA LO ABORDARE EN EL PROXIMO BOLETIN. También existe información al respecto en los Artículos de Pie Plano en mi página www.draurelio.com.mx
4) La parte superior del zapato. Esta debe ser de piel, tela o gamuza que permita al pie “respirar”, ya que comúnmente los pies de los niños sudan mucho y esto puede llevar a infecciones por hongos, mal olor, etc. Se debe evitar materiales sintéticos como el plástico que impiden que dicha transpiración se evapore.
B) AJUSTE APROPIADO.
Cuando se va a comprar un zapato debemos de verificar que el tamaño, ancho y profundidad del mismo sean apropiados para el pie del niño. Debido a que los pies de los niños crecen rápidamente se sugiere que el zapato sea aproximadamente un centímetro más largo que la punta del “dedo gordo” del pie, esto debe ser checado con frecuencia ya que es común que en unos cuantos meses el pie ha crecido tanto, que el zapato se queda corto y “aprieta” el pie ; además debe de ser amplio, ya que la mayoría de los niños tienen el “pie gordito” o “como tamal”, por esta misma razón la profundidad o altura interna del zapato debe ser suficiente para no apretar o rozar los dedos del niño. La parte anterior del zapato debe ser redondeada y no en forma de pico o triangular (como muchos zapatos de las mujeres), para dar suficiente espacio a los dedos. Cuando el zapato no es lo suficientemente ancho, se pueden producir ampollas o callos en el corto plazo; en el largo plazo pueden llevar a deformidades en los dedos de los pies, como Juanetes o “dedos en garra o martillo”. Además los zapatos de los niños no deben de tener tacones altos, de preferencia no mayores a 2.5 cms. o una pulgada.
C) TIPO DE CALZADO
Existen muchas opciones, desde chanclas, huaraches, “crocs”, tenis, zapatos casuales, zapatos de vestir, etc. En realidad y debido a que el principal objetivo del calzado es proteger el pie del frío, calor, objetos cortantes como piedras, vidrios, etc. Cualquiera zapato que cumpla con este objetivo y con las características mencionadas previamente es apropiado. Cuando se va a realizar una actividad deportiva o baile, se requiere de calzado apropiado para la misma (tenis, tachones, botas, zapatillas, etc.) según sea el caso.
En los niños muy pequeños, que aún no caminan, se requiere solo algún tipo de zapato o bota suave para proteger los pies del bebé del frío. En los niños menores de 3-4 años una bota o botín suave puede dar mayor soporte al pie y tobillo aumentando la estabilidad del niño que empieza a caminar y evitan que el zapato se salga del pie. Sin embargo este no es un requisito indispensable.
EN EL PROXIMO BOLETÍN HABLAREMOS DE LOS LLAMADOS “ZAPATOS ORTOPEDICOS”

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