Las cataratas se refieren a una opacidad del “lente” que tenemos dentro de los ojos, llamado también: CRISTALINO, el cual tiene como principal función enfocar las imágenes y permitir que las veamos claramente. No se deben confundir las cataratas con las llamadas carnosidades de los ojos.
Debido a que la mayoría de las cataratas se producen lentamente, como parte del envejecimiento natural, es común que no se detecte la pérdida progresiva de la visión hasta que esta es muy avanzada.
Los síntomas más comunes son: Visión borrosa, Vista doble, Sensibilidad a la luz, Problemas para ver de noche, Necesidad de más luz para leer, Ver colores y objetos brillantes más opacos o amarillentos.
Aunque mucho menos común, las cataratas también pueden afectar los ojos de los niños. Algunas de ellas se encuentran presentes desde el nacimiento: Cataratas Congénitas. Otras pueden ser resultado de un traumatismo o herida en el ojo, o asociarse a enfermedades poco comunes. En los niños es muy importante diagnosticarlas en forma temprana, y corregir este problema (con cirugía) antes de que afecte el desarrollo del ojo. Los ojos de los niños deben ser revisados por su Pediatra al nacer y en cada visita de control. En los niños una catarata puede producir una pérdida de la visión, que puede llegar a ser permanente y se conoce como “Ojo Flojo”.
LA EDAD es el factor más común que produce cataratas, los cambios generalmente se inician alrededor de los 40 años, pero son más comunes y avanzados después de los 60 años, otros factores son: Exposición prolongada a los rayos solares sin protección con lentes para el sol. Diabetes, Heridas o lesiones, Cirugías en los ojos, Tener familiares con Cataratas, Ser fumador.
EL DIAGNOSTICO: Se realiza con una revisión por un Oftalmólogo. Una vez que se diagnostica la Catarata, se deben proteger los ojos con lentes que bloqueen al menos el 99% de la luz Ultravioleta, Dejar de fumar, Tener un buen control de la diabetes, Usar buena luz y lentes para leer, no manejar en la noche, (de hecho todas estas medidas se recomiendan también para evitar o prevenir el desarrollo de las Cataratas) y finalmente considerar la Cirugía en los casos avanzados donde la visión se ha afectado significativamente.
La única manera de “curar o quitar” la catarata es mediante cirugía. Las gotas para los ojos y otros tipos de tratamiento no han demostrado ser efectivos. La Cirugía consiste en hacer una pequeña operación en el ojo, y con una serie de instrumentos muy avanzados, “licuar y aspirar” la catarata, colocar en su lugar un pequeño lente, llamado Lente Intraocular. La cirugía generalmente se realiza en un Centro de Cirugía Ambulatoria bajo anestesia local, y el paciente se va a su casa el mismo día. Después de la cirugía se recomienda el uso de gotas lubricantes en los ojos, lentes protectores, reposo relativo, etc.
Aunque en la gran mayoría de los casos la cirugía es exitosa y el paciente mejora significativamente su visión, existe la posibilidad de que se presente alguna complicación, entre las que se encuentran: Infección, Sangrado, Inflamación severa del ojo, Desprendimiento de retina, Lesión a otras partes del ojo, dolor persistente, disminución o pérdida de la visión, Luxación del lente Intraocular (Se mueve o “desacomoda”). Afortunadamente todas ellas son raras o poco comunes.
La mayoría de los lentes Intraoculares son hechos de silicón o acrílico. Dependiendo de las necesidades de cada paciente, existen lentes que pueden mejorar la visión cercana o lejana, o ambas, incluso existen algunos especiales para corregir el Astigmatismo (defecto de la visión que deforma los objetos). Debido a lo anterior, todos estos detalles deben ser discutidos con su Oftalmólogo antes de la cirugía.
Adaptado de la Academia Americana de Oftalmología www.aao.org