Boletín 171. La Enfermedad de Parkinson

ENFERMEDAD DE PARKINSON

La Enfermedad de Parkinson forma parte de un grupo de Trastornos del Sistema Motor, los cuales se producen por alteración en las células cerebrales formadoras de Dopamina. Esta substancia es un transmisor que permite enviar órdenes para que se realicen diversas actividades, su deficiencia produce una serie de trastornos que afectan la movilidad y en general el funcionamiento.
Los cuatro síntomas primarios son:
1) TEMBLOR en manos, brazos, piernas, mandíbula y cara.
2) RIGIDEZ de las extremidades y tronco.
3) DISMINUCION DEL MOVIMIENTO, o lentitud para realizarlo.
4) POBRE COORDINACION, equilibrio y balance.
El Temblor es más notorio al estar en reposo, la marcha es con pasos cortos, arrastrando los pies y sin balancear los brazos. El paciente tiene dificultad para iniciar el movimiento. Al principio los síntomas pueden ser muy leves, pero conforme pasa el tiempo se hacen más pronunciados y dificultan más la marcha, el lenguaje y la realización de actividades simples de la vida diaria, como vestirse, escribir, comer, etc.
Otros síntomas incluyen: Depresión y cambios emocionales, dificultad para tragar, masticar, hablar, problemas urinarios, constipación, alteraciones del sueño, falta de expresión en la cara, debilidad, fatiga y dolor en diversas partes del cuerpo.
Es una enfermedad muy común, afecta principalmente a hombres mayores de 60 años, pero en algunos casos puede iniciar en forma mucho más temprana, como en el caso del actor Michael J. Fox quien se ha vuelto un embajador mundial de esta enfermedad. Otras personas famosas como el Papa Juan Pablo II, Mohamed Ali y Robin Williams también la padecieron. Existen familias con una tendencia a desarrollar esta enfermedad. También se ha implicado a pesticidas y herbicidas como factores de riesgo. Se calcula que en Estados Unidos hay aproximadamente 1 millón de personas con Parkinson y unos 60,000 casos nuevos se diagnostican cada año, además existe un buen número que no son diagnosticados.
No existe una prueba específica para hacer el diagnóstico. Este se basa en los datos clínicos y el exámen físico. Los estudios como el TAC o la Resonancia Magnética del Cerebro nos ayudan a descartar otras enfermedades neurológicas. En algunos casos se da un tratamiento de prueba por 1-2 días y si los síntomas mejoran esto confirma el diagnóstico.
No hay un tratamiento que cure la enfermedad, pero existen una serie de opciones para disminuir sus síntomas. Una de las más utilizadas es la Levodopa la cual es utilizada por el cerebro para producir Dopamina, se debe dar en combinación con la Carbodopa para que sea efectiva. Esta es muy útil en un 75% de los pacientes con Parkinson y es más efectiva para mejorar la rigidez y la disminución o lentitud de movimiento. El temblor, la pobre coordinación y equilibrio no mejoran tanto con este medicamento. Otros medicamentos como Bromocriptina son también útiles. De hecho existen múltiples medicamentos que se pueden utilizar en forma de sueros para efecto rápido o urgente, tabletas, parches, etc.
En los casos que no responden a medicamentos, la cirugía, conocida como ESTIMULACION CEREBRAL PROFUNDA, puede ser una buena alternativa, esta consiste en la aplicación de electrodos en el cerebro y conectados a un estimulador o generador que envía estímulos eléctricos los cuales disminuyen los síntomas en forma significativa en la mayoría de los pacientes.
El ejercicio, fisioterapia y la terapia ocupacional (para practicar actividades de la vida diaria, como vestirse, asearse, comer) ayudan al paciente a mantenerse más activo y evitar o disminuir el riesgo de caídas y sus complicaciones asociadas, como fracturas. Además la Medicina Alternativa como el Masaje, Acupuntura, Tai-Chi, Yoga, Meditación, Terapia Musical, así como el uso de la Coenzima Q 10 en altas dosis, pueden ser de beneficio. Otra situación común es que este tipo de enfermedades crónicas progresivas producen depresión, enojo, desesperación, frustración, etc. por lo que muchos de estos pacientes requieren de mucho apoyo de parte de sus familiares y en ocasiones apoyo psicológico, incluyendo fármacos.

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