Boletín 188. Esguince Cervical

Es la lesión más común en accidentes automovilísticos. Se produce generalmente por un movimiento súbito del cuello en flexión-extensión, también puede ser producido por un movimiento lateral. En otras ocasiones sucede como una lesión deportiva, particularmente en actividades que implican contacto directo como el futbol americano o en aquellas que implican giros o movimiento a alta velocidad como en la gimnasia, o en las caídas o golpes sobre la cabeza que producen un movimiento súbito del cuello.
Esta lesión implica un daño a los ligamentos (estructuras elásticas como ligas) que unen a los huesos de la columna cervical (cuello). Los esguinces se clasifican en Grados según su severidad. Grado 1: Estiramiento o Elongación del ligamento, sin ruptura. Grado 2: Ruptura parcial del ligamento y Grado 3: Ruptura completa del ligamento. Aunque en realidad es prácticamente imposible diferenciar una lesión de otra, a menos de que se realicen estudios sofisticados como Resonancia Magnética o Radiografías en las cuales el cuello se flexiona o extiende tratando de demostrar movilidad anormal entre las vértebras; esto debido a que los ligamentos son estructuras que estabilizan las articulaciones.
Es muy común que las molestias o dolor se presente horas después o incluso hasta uno o dos días después de la lesión. El dolor se localiza en la parte posterior del cuello, en los músculos que se encuentran entre el cuello y los hombros, o incluso en la parte posterior de la cabeza y/o en la garganta. El dolor aumenta con el movimiento del cuello, por lo que el paciente trata de no moverlo, y al girar lo hace con todo el tronco. En otras ocasiones el paciente se queja de que el cuello está rígido o que tiene una “contractura muscular”. En los casos más severos se puede presentar adormecimiento de los brazos y manos, calambres o falta de fuerza.
La evaluación médica incluye un Exámen para precisar el sitio e intensidad del dolor y valorar la sensibilidad, fuerza y reflejos. Además de unas radiografías para descartar alguna fractura asociada. El hallazgo más común en las radiografías es que las vértebras del cuello se encuentran demasiado rectas (por la contractura o espasmo muscular que se produce para disminuir la movilidad y el dolor en el cuello), ya que regularmente existe una leve curvatura del cuello. También es común, sobretodo en personas de edad media o avanzada, encontrar cambios en las radiografías asociados al desgaste por el uso o la edad, o incluso por lesiones antiguas.
El Tratamiento incluye: Inmovilización parcial del cuello, generalmente con un Collarín Blando, en los casos con dolor muy intenso, un collarín rígido puede ser una opción para mejor control del dolor. Además del uso de medicamentos anti-inflamatorios y analgésicos (para dolor). Hielo por períodos de 15-20 minutos durante los primeros 3 días; esto puede cambiar por períodos alternados de frío y calor después del tercer día, o solamente calor, si no se tolera el frío. En ocasiones, sobretodo si el dolor es intenso o persistente, un período de Fisioterapia puede ser de ayuda.
Habitualmente el dolor disminuye progresivamente durante los primeros días, pero no es raro que persista hasta 4-6 semanas. En algunos pocos casos los ligamentos se dañan tanto que puede quedar una inestabilidad crónica del cuello, con dolor persistente, o incluso producir daño a los discos cervicales o a los nervios que pasan a través de la columna cervical. Afortunadamente esto es raro, y la gran mayoría de los pacientes se recuperan por completo en unas cuantas semanas.

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