Boletín 197. INFARTO AL CORAZON Y ANGINA DE PECHO
La angina de pecho es un dolor o incomodidad que se siente en el tórax, y es producida por enfermedad (oclusión parcial) de las arterias coronarias que llevan la sangre y oxígeno al corazón. Algunas personas sienten el dolor en el brazo izquierdo, el cuello, la mandíbula o el estómago. El dolor se presenta habitualmente cuando el paciente está haciendo ejercicio o en cualquier situación de stress emocional que acelera los latidos del corazón, de tal manera que las arterias enfermas (parcialmente obstruidas) no son capaces de llevar la sangre y oxígeno suficientes para que funcione el corazón en forma apropiada. El dolor desaparece o disminuye significativamente con reposo o con la administración de medicamentos que “abren” las arterias coronarias.
INFARTO O ATAQUE AL CORAZON:
Cuando el dolor persiste o no responde al uso de medicamentos, sobretodo si es muy intenso, se siente como una opresión severa en el pecho, produce dificultad para respirar, sudoración, náuseas, mareos; existe la posibilidad de que se trate de un Infarto o Ataque al Corazón, este implica una forma más severa de falta de sangre y oxígeno a partes del corazón que se “mueren” y dejan de funcionar. En este caso se debe de llamar inmediatamente al 911 o cualquier servicio de Emergencia Médica, poner al paciente en reposo y darle una aspirina regular (300 mg) para que la mastique.
Al llegar los servicios de emergencia, se deben checar los signos vitales (Presión Arterial, Frecuencia del Corazón y Frecuencia Respiratoria), realizar un Electrocardiograma y en caso de un Infarto o sospecha del mismo, se debe trasladar al paciente inmediatamente al Hospital donde se le realizarán más pruebas para confirmar el diagnóstico. Algunas de estas pruebas son Radiografía de Tórax, Exámenes de sangre, Angiografías, Ecocardiograma, Gamagrama cardiaco, etc. para evaluar la función del corazón y descartar otras posibles causas del dolor.
Una vez establecido el diagnóstico de Infarto al corazón, se debe iniciar el manejo inmediatamente: Entre las opciones se encuentran: Utilizar medicamentos anticoagulantes para “deshacer” el coágulo que obstruye el flujo de sangre al corazón (Trombolisis), Realizar procedimientos para “abrir” las arterias obstruidas, a esto se le conoce como Angioplastía. O incluso colocar injertos con venas o arterias para puentear el área o áreas obstruídas (Bypass). En algunos casos no es necesario realizar este tipo de procedimientos y solo se indica reposo y el uso de medicamentos. Estas opciones son seleccionadas cuidadosamente por su médico Cardiólogo tomando en cuenta las características de cada paciente.
¿ COMO PREVENIR ESTOS PROBLEMAS ?
Teniendo un Estilo de vida saludable, Mantener un peso apropiado, Dieta balanceada, Hacer Ejercicio con regularidad, No fumar, No abusar del alcohol. En caso de tener Diabetes, Colesterol elevado o Hipertensión arterial; tener un buen control de estas enfermedades y seguir las indicaciones de su médico.
NO CONFUNDIR INFARTO AL CORAZON CON PARO CARDIACO
Esto último implica que el corazón no está funcionando (no está bombenado sangre oxigenada a los tejidos del cuerpo), el paciente está inconsciente y debe ser reanimado inmediatamente utilizando el método de Resucitación CardioPulmonar (RCP) descrito en el Boletín 67. Si el corazón no bombea sangre oxigenada, los tejidos de todo el cuerpo empiezan a sufrir, en particular las células del cerebro no pueden sobrevivir más de 3 a 4 minutos sin oxígeno; si no se restablece rápidamente la función de bombeo del corazón se presenta daño a las células del cerebro o incluso Muerte Cerebral (Un tema que abordaremos en un próximo Boletín).
¿ QUE SUCEDE DESPUES DE UN INFARTO AL CORAZON ?
Después de resolver el problema agudo, es importante rehabilitar al paciente, para recuperar al máximo la función del corazón, en algunos casos esta se daña importantemente, llevando a lo que conocemos como Insuficiencia Cardiaca (Falla en la función de bombeo del corazón); esta se manifiesta por retención de líquidos, inflamación de las piernas, el hígado y los pulmones, cansancio extremo, dificultad para respirar y realizar actividades físicas.