Boletín 30: El Alcohol y los Jóvenes

Aunque la edad legal para consumir alcohol en México es de 18 años, muchos menores de edad lo consumen con regularidad. Al ingerir alcohol, este se absorbe y se distribuye por el cuerpo a través de la sangre, afectando al Sistema Nervioso Central (Cerebro, Cerebelo) el cual controla casi todas las funciones vitales. El alcohol es un depresor de las funciones cerebrales; altera las emociones, percepción, movimientos, visión y audición.

En muy pequeñas cantidades (1-2 bebidas) el alcohol puede ayudar a una persona a sentirse más relajado y menos ansioso. Cantidades mayores causan pobre coordinación, alteración del lenguaje, confusión, desorientación; y dependiendo de cada persona algunos se vuelven muy amigables y platicadores y otros muy agresivos. Los reflejos se hacen lentos, por lo que no se recomienda manejar (además es ilegal) si se ha ingerido alcohol. Cuando se ingieren grandes cantidades de alcohol se produce una Intoxicación Alcoholica, la cual se manifiesta por vómito, somnolencia extrema, pérdida de la conciencia, dificultad para respirar, convulsiones e incluso la muerte. El alcohol daña el hígado, el corazón, el cerebro y el estómago. Estos efectos dañinos del alcohol aumentan cuando se consume junto con medicamentos, por lo que no se debe combinar su uso. 

Algunos de los inconvenientes de tomar alcohol a temprana edad son los siguientes: El Cerebro aún se encuentra en desarrollo y es afectado por la ingesta de alcohol. Los jóvenes que toman alcohol tienen mayores posibilidades de involucrarse en peleas y crímenes, ser víctimas de accidentes automovilísticos (ya sea como conductores, pasajeros o atropellados), mayor posibilidad de consumir otras drogas o substancias ilegales. El alcohol es considerado como una “Droga de entrada”. En las jóvenes la posibilidad de un embarazo no deseado o de adquirir enfermedades de transmisión sexual es mayor. Además, aumenta el riesgo de suicidio, homicidio y de morir ahogado.  Por su alto contenido calórico se asocia a Sobrepeso, Obesidad y Presión Arterial elevada. También altera la capacidad de trabajo, el desarrollo escolar y la capacidad para realizar actividades físicas y deportivas. Así como tener comportamientos o conductas que pueden lastimar nuestra relación con familiares y amigos. La dependencia al alcohol y el abuso en el consumo del mismo hace que muchas personas pierdan el trabajo, la escuela e incluso a sus amigos y familias. Otro aspecto muy importante es que cuando una mujer embarazada consume alcohol, el bebé tiene altas posibilidades de nacer con bajo peso, tener retraso mental, problemas auditivos y visuales, pobre equilibrio, hiperactividad y malformaciones en cara y cráneo, POR LO QUE NO SE DEBE CONSUMIR ALCOHOL DURANTE EL EMBARAZO. 

En los huesos el consumo excesivo de alcohol produce Osteoporosis, aumento en las complicaciones de cirugías ortopédicas, Caídas y aumento en lesiones y fracturas derivadas de las mismas.

Si Usted o algún familiar tiene problemas por abuso de alcohol debe buscar ayuda profesional inmediatamente.

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