La Presión Arterial depende de: La cantidad de sangre que es bombeada por el corazón y de: La resistencia de la arterias que trasladan la sangre del corazón a los órganos y tejidos. La Presión arterial se checa en el brazo con un aparato llamado Baumanómetro y se mide en milímetros de mercurio. Consiste de dos mediciones: La Alta o Sistólica, la cual mide la presión de bombeo del corazón y normalmente es de entre 115 y 120, y la Baja o Diastólica que mide la presión entre los latidos del corazón y normalmente es de entre 75 y 80. De tal manera que se considera que existe una elevación de la Presión o Hipertensión Arterial cuando esta es mayor de 120/80mm. Es común que la presión arterial aumente progresivamente con los años y afecta eventualmente a la mayoría de los adultos. Debido a que esta elevación de la Presión aumenta el riesgo de Infartos al Corazón y al Cerebro, sin causar síntomas; se le conoce como el Asesino Silencioso. Por lo anterior se recomienda checarse la Presión Arterial al menos una vez al año. En algunos pocos casos la elevación de la presión se manifiesta con dolor de cabeza, zumbidos en los oídos, mareos o sangrado en la nariz.
Cuando la presión se mantiene elevada por tiempo prolongado se daña la pared de las arterias de todo el cuerpo, lo cual puede producir Aneurismas (Debilidad de la pared que lleva a sangrado interno que puede ser incluso mortal, afecta principalmente a las arterias del Cerebro y a la Aorta). Cuando se afectan las arterias del ojo esto lleva a pérdida progresiva de la visión, lo mismo sucede con el Riñón (Insuficiencia Renal), el Cerebro (Infartos, Pérdida de la memoria, capacidad de pensar y aprender) y el Corazón (Insuficiencia Cardiaca, Infartos). Entre más elevada es la Presión Arterial es mayor el daño que produce.
Los factores que se asocian a la Elevación de la Presión Arterial son:
Mayor edad, Obesidad, Tabaquismo, Antecedentes familiares de Hipertensión, Sedentarismo, Stress, Ingesta excesiva de sal (Sodio), Deficiencia de Potasio, Diabetes, Colesterol elevado, Enfermedades del Riñón, Alcoholismo (más de 2 bebidas al día). Personas de raza negra y el uso de medicamentos como: Anticonceptivos, Antigripales, Analgésicos, Anti-inflamatorios y Drogas como la Cocaína y las Anfetaminas.
El Tratamiento tiene como objetivo disminuir la Presión Arterial y llevarla a cifras entre 120/80 y 140/90, esto dependiendo de la edad y el estado de salud del paciente. El Tratamiento tiene como base
1) Cambios de Hábitos: Disminuir la ingesta de Sal (Sodio), o cambiarla por sal especial de Potasio (Debido a que la sal se usa como conservador, muchos alimentos congelados, enlatados y botanas contienen grandes cantidades de sodio). Control de Peso, Ejercicio moderado, Evitar el Tabaco, Disminuir la ingesta de alcohol (a máximo 1 bebida al día en hombres mayores e 65 años y mujeres; y hasta 2 bebidas al día en hombres menores de 65 años), Control del Stress y evitar o disminuir el uso de los medicamentos ya mencionados.
2) Medicamentos para disminuir la presión. Estos pueden ser A) Diuréticos, los cuales aumentan el volumen de orina, lo que a su vez disminuye el sodio y la cantidad de agua en el cuerpo. B) Medicamentos que disminuyen los latidos del corazón y C) Medicamentos que disminuyen la resistencia de las arterias. En la mayoría de los casos se utiliza una combinación de estos medicamentos.
Además la Medicina Alternativa ofrece otra opción, esta se basa en Ejercicios de Relajación, Respiración Profunda, Meditación, como la Yoga. Y la ingesta de substancias como Ajo, Omega 3, Calcio, Cacao, Aceite de hígado de bacalao, Acido Alfalinoleico, etc. los cuales han demostrado disminuir la presión arterial.
Adaptado de la Clínica Mayo.