Boletín 66: Agua, la mejor manera de Hidratar a Niños y Adolescentes

Siguiendo con el Tema de los Niños y Jóvenes deportistas, es importante conocer las diferentes opciones de hidratación, sus ventajas y desventajas.
De acuerdo con la Academia Americana de Pediatría (AAP) un gran número de bebidas hidratantes deportivas (Sports drinks, como Gatorade, Powerade) y Energizantes (Energy drinks como Red Bull) están siendo ofrecidas a los niños, esto como parte de estrategias de mercado de las compañías que las producen.
La hidratación es parte esencial de la dieta y es necesaria para mantener la función del corazón, riñones y regulación de la temperatura durante el ejercicio y las actividades de la vida diaria.
La cantidad de agua necesaria para mantener un nivel funcional óptimo depende del tamaño y peso del niño, su actividad física, estado general de salud, etc. Con el ejercicio, otros factores como la temperatura, humedad, exposición al sol, tiempo e intensidad del ejercicio y la cantidad de sudor deben considerarse. Se debe aumentar la ingesta de líquido en condiciones de ejercicio para evitar la deshidratación, esta puede producir fatiga prematura, disminución del rendimiento deportivo, cambios en el estado de conciencia, alteraciones en los electrolitos, etc.
Las bebidas hidratantes deben ser distinguidas de las llamadas bebidas energizantes. Las primeras contienen principalmente agua, electrolitos (Sodio y Potasio principalmente) vitaminas y azúcar, mientras que las últimas tienen además substancias cuyo objetivo es aumentar o mejorar el rendimiento deportivo, tales como la Cafeína, Taurina, Guaraná, etc. ambas contienen según las diferentes presentaciones entre 10 y 270 calorías por cada 240 ml.
Ni estas bebidas, ni los refrescos embotellados deben ser usadas por los niños durante las comidas, ya que su alto contenido calórico lleva a sobrepeso y obesidad. Tampoco se requiere, ni se recomienda su uso como hidratación después de hacer ejercicio, ya que en la mayoría de los casos el agua es suficiente. El azúcar (principal fuente de energía) y los electrolitos son adquiridos en los alimentos.
En cuanto a los estímulantes, el más comunmente utilizado es la cafeína, esta ha demostrado en adultos: Mejorar el rendimiento físico, su capacidad aeróbica, y fuerza, mejorar el tiempo de respuesta y retardar la fatiga. Produce aumento en la frecuencia cardíaca, en la presión arterial, la actividad muscular, atención, cantidad de orina y temperatura. Puede aumentar la ansiedad, insomnio y producir arritmias del corazón en personas susceptibles. Sin embargo sus efectos no han sido estudiados en niños por lo que no se recomienda su uso.
En 2007 un estudio del Institute of Medicine, titulado Estandares de Nutrición para los alimentos en la escuela, sugiere una dieta más saludable para los niños estudiantes, y con respecto a las bebidas recomiendan lo siguiente:
– Limitar el azúcar en alimentos y bebidas
– Tener agua disponible, sin costo
– Restringir las aguas carbonatadas, fortificadas o de sabores
– Prohibir la venta de bebidas con cafeína en las escuelas.

Las recomendaciones finales de la AAP son
1) Educar a los niños, adolescentes y sus padres, haciendo énfasis en las diferencias entre el agua, las bebidas hidratantes y las energizantes, y los riesgos que el uso de estas últimas dos implican.
2) LAS BEBIDAS ENERGIZANTES NO SON APROPIADAS PARA NIÑOS Y ADOLESCENTES Y NUNCA DEBEN SER CONSUMIDAS.
3) El uso rutinario de bebidas hidratantes debe ser evitado o restringido en niños y adolescentes, ya que implica un consumo excesivo de calorías, sobrepeso, obesidad y caries dental.
4) Las bebidas hidratantes solo deben ser utilizadas cuando niños o jóvenes deportistas requieren una recarga rápida de carbohidratos y líquidos después de una participación física o deportiva intensa y prolongada.
5) PROMOVER EL AGUA, no las bebidas hidratantes o energizantes como la principal fuente de hidratación para niños y adolescentes.

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