Las articulaciones son estructuras que unen dos o más huesos y permiten movimiento entre ellos. Aunque existen algunas especiales en las que no se da movimiento como las que unen los huesos del cráneo, este artículo se centrará sobre las llamadas articulaciones sinoviales que permiten la movilidad en brazos y piernas (como la rodilla, cadera, hombro, muñeca, etc.) y las pequeñas articulaciones en las manos y pies.
Los huesos que se unen en una articulación, tienen una capa protectora de cartílago que permite el movimiento con mínima fricción entre ellos, cuando este cartílago se desgasta, se le conoce como Artritis o Artrosis y se manifiesta con dolor, aumento de volumen y limitación de la movilidad. El cartílago se nutre principalmente de un líquido aceitoso, llamado Líquido Sinovial el cual es producido en la pared interna de la cápsula articular. Esta cápsula es una especie de bolsa que mantiene unidos a los huesos, y es reforzada por ligamentos, que son estructuras muy densas como ligas gruesas que dan estabilidad a las articulaciones, permitiendo un cierto grado “normal” de movimiento. En la rodilla por ejemplo tenemos los llamados ligamentos cruzados que impiden la movilidad hacia adelante y atrás de un hueso sobre otro; y los ligamentos laterales que limitan la movilidad hacia adentro o afuera. Cuando un movimiento súbito excede la capacidad o resistencia de los ligamentos, estos se lesionan, se estiran o incluso se pueden romper, lo cual lleva a inestabilidad o movimiento anormal de la articulación; si esto no se corrige la articulación se lesiona.
Las articulaciones pueden ser afectadas por una serie de enfermedades o problemas. El más común de todos, es el desgaste articular, también llamado Osteartrosis u Osteoartritis. En Estados Unidos más de 30 Millones de personas (10% de la población) consultan cada año por este motivo. Y cerca de 1 Millón de Prótesis Articulares (principalmente de la Cadera y Rodilla) se colocan cada año. La mejor manera de prevenir este desgaste es evitar el sobrepeso y realizar ejercicio con regularidad. Aunque se ha utilizado Glucosamina como protector del cartílago e incluso la aplicación de geles dentro de la articulación para mejorar la calidad del cartílago, su efectividad ha sido cuestionada.
Otras enfermedades como la Artritis Reumatoide, y la Gota (Acido úrico) producen inflamación y destruyen las articulaciones. Las infecciones y tumores pueden también afectar las articulaciones. Las fracturas o traumatismos directos pueden lesionar el cartílago articular o los meniscos, lo cual también produce un daño o desgaste de la articulación.