Boletín 79: Fracturas de Clavícula

La clavícula es un hueso que conecta el brazo con el tronco, le da soporte y estabilidad al hombro, la articulación con mayor movilidad del cuerpo. Su fractura es común a todas las edades. Generalmente sucede por una caída sobre el hombro o el brazo. En recién nacidos, se puede fracturar al momento del nacimiento. Cerca de ella pasan nervios y vasos sanguíneos importantes que van hacia los brazos , pero es muy raro que estos se lesionen, aún en las fracturas desplazadas.
Generalmente cuando la clavícula se fractura, existe dolor e incapacidad para elevar el brazo, el hombro parece estar caído hacia delante y abajo, existe inflamación en el área o incluso se ve una deformidad o un “chipote”. El doctor debe checar si la piel sobre la clavícula se encuentra bien, así como la función (fuerza y sensibilidad) y la circulación de sangre hacia el brazo, antes de planear el tratamiento. También se debe descartar otras posibles lesiones asociadas. El diagnóstico se confirma con radiografías.
En la mayoría de los casos, estas fracturas se pueden manejar sin cirugía, particularmente en los niños: Habitualmente se utiliza una especie de chaleco o Arnés en forma de 8 para inmovilizar el hombro y medicamentos para disminuir el dolor, mientras la fractura cicatriza. Esto sucede en aproximadamente un mes en los niños y unos 2 a 3 meses en los adultos. En algunos casos la fractura no cicatriza (No unión) y en otros cicatrizan pero en una posición diferente a la original (Mala unión), ambas pudieran ser corregidas mediante una operación. Las fracturas tardan más en cicatrizar en personas diabéticas y en fumadores.
Las principales indicaciones para operar una fractura de clavícula son:
Desplazamiento mayor a 2 cms. de los fragmentos (en los últimos años una serie de estudios han demostrado mejores resultados con cirugía en estos casos)
Fracturas expuestas (cuando el hueso se sale a través de la piel), fracturas con lesión de arterias, venas o nervios. Fracturas de clavícula bilateral, Fracturas asociadas a fractura del húmero (hueso del brazo) del mismo lado.
La cirugía consiste en acomodar los huesos y fijarlos con una placa y tornillos metálicos o en ocasiones con clavos o varillas especialmente diseñadas para ello. Las placas y tornillos generalmente no se retiran a menos que produzcan alguna molestia. Los clavos pueden ser colocados a través de incisiones más pequeñas que los clavos y generalmente se retiran una vez que la fractura ha cicatrizado.
Aunque la cirugía ofrece la ventaja de acomodar y fijar los fragmentos de hueso en su posición original, también tiene algunas desventajas, ya que se requiere de Anestesia General, tiene un costo elevado y existen posibles complicaciones como: Infección, Sangrado, Lesión a Vasos Sanguíneos y Nervios; y aflojamiento o ruptura de las placas, tornillos o clavos. Existen casos en los que los clavos se desplazan y pueden lesionar estructuras vecinas, como el pulmón , etc.
Afortunadamente en la mayoría de los casos, se logra un excelente resultado; y se recupera la movilidad y fuerza por completo.

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