Bullying
Se refiere a cuando un niño ataca o molesta en forma repetida a otro. Generalmente los niños agredidos son menores o más débiles, tímidos o se sienten incapaces de defenderse. Tanto niños como niñas pueden ser víctimas o agresores.
Existen 3 tipos de ataques:
– Físico — Golpes, Patadas, Empujones, Ahogamiento, etc.
– Verbal — Amenazas, Gritos, Malas Palabras, Burlas, etc.
– Social — Excluirlos de las actividades, iniciar chismes acerca de ellos, etc.
Puede suceder en:
– Escuela. — En los recreos, en los pasillos, en el baño, generalmente cuando no está el maestro.
– En lugares donde no hay adultos — Areas de Juego, Parques, en el vecindario, al ir o venir a la escuela
– A través de Internet — Enviando mensajes de burla, amenaza, etc.
Estos ataques generalmente implican que el agresor tiene dominado, asustado y/o amenazado a la víctima y habitualmente suceden donde hay otros niños como testigos.
Es importante cuestionar a nuestros hijos sobre la posibilidad de que ellos u otros niños estén siendo atacados por sus compañeros o por niños mayores. O incluso que nuestro propio hijo pueda ser el agresor. Hasta un 80% de los niños o jóvenes escolares pueden tener conductas agresivas, tales como burlarse de sus compañeros, amenazarlos o incluso agredirlos físicamente.
Debido a que los niños temen reportar estos incidentes, es importante saber que algunas manifiestaciones de Abuso pueden ser:
– Miedo o rechazo a ir a la Escuela. Bajo rendimiento escolar.
– Pobre atención, Dolor de cabeza o estomacal. Baja Autoestima, incluso lesiones o moretones que no tienen explicación, etc.
Debemos enseñarle a nuestros hijos a defenderse y evitar ser blanco de estos ataques. Algunas opciones son:
— Mirar al agresor a los ojos y no dejarse intimidar
— Mantenerse firme y tranquilo ante esta difícil situación
— Hacerle saber al agresor que NO ESTAS DE ACUERDO CON LO QUE ESTA HACIENDO Y QUE NO TE DEBE TRATAR ASI
— Retirarse del niño problema
— Enseñele a su hijo como y cuando pedir ayuda a un adulto cercano
— Ayúdele a formar grupos de amigos, en deportes, clases, etc.
— Involúcrelo en actividades de grupo: Club deportivo, Equipos de futbol, etc.
Se debe:
– Avisar a las autoridades escolares del problema y buscar soluciones conjuntas
– Alertar al personal de la escuela, tener mejor monitoreo fuera de los salones, ya que es donde sucede con mayor frecuencia. Hacer un reporte de donde y cuando sucedió el episiodio y si hubo testigos del mismo, ayuda a prevenir futuros eventos y a sancionar lo ocurrido.
CUANDO SU HIJO ES EL AGRESOR
– Si detecta que su hijo es el agresor. Actúe inmediatamente. Esto es en beneficio de su propio hijo y de sus compañeros. Los niños agresivos que continuan esta conducta hasta la vida adulta tienen serios problemas para relacionarse con otras personas y en general no son exitosos en su vida personal, familiar y profesional e incluso con frecuencia tienen problemas legales, depresión y tendencias suicidas.
– Ponga límites firmes y consistentes en el comportamiento de su hijo y hágale saber que molestar o agredir a los demás es Inaceptable.
– Sea un modelo positivo (Enseñe con el ejemplo).
– Enseñele a su hijo que puede conseguir lo que desea sin molestar, amenazar o lesionar a alguien. Todos los niños deben aprender a tratar a otros con respeto. Tal y como les gustaría que los trataran a ellos mismos.
– Utilice disciplina firme y efectiva (pero no física). Por ejemplo pérdida de permisos o privilegios. Explíquele que su comportamiento es inaceptable y porqué debe cambiarlo.
– Ayude a su hijo a entender como su conducta afecta a otros niños.
– Desarrolle soluciones prácticas junto con las autoridades escolares, consejeros y los padres de los niños afectados, para evitar que las agresiones continúen.
Adaptado de la Academia Americana de Pediatría.