Las Enfermedades de los Discos Vertebrales son una de las causas más comunes de dolor en el Cuello y la Cintura. En este Boletín hablaremos de las que afectan al Cuello y en el próximo los de la Cintura.
En el cuello tenemos 7 vértebras, y entre cada una de ellas existe un disco intervertebral, el cual sirve como amortiguador para que no choquen las vértebras (huesos) entre sí, además da espacio para la salida de los nervios desde la columna hasta los brazos, piernas y el resto del cuerpo, también permiten la movilidad de la columna. Cuando el disco se inflama ya sea por desgaste a través de los años, o por un golpe o caída y en casos más raros por una infección, este puede presionar o comprimir a los nervios que pasan cerca de él, a esto mucha gente lo conoce como “nervio pellizcado”; y generalmente se manifiesta por dolor, el cual puede presentarse desde la parte posterior del cuello y la cabeza, el hombro o la parte posterior de la espalda alta, donde se encuentran las escápulas (la paleta), también es común que el dolor se presente o se corra desde el cuello hasta el brazo o incluso la mano. Cuando la compresión es severa, además de dolor se puede presentar debilidad del brazo o la mano y sensación de adormecimiento. El dolor generalmente aumenta con la movilidad del cuello, principalmente al voltear hacia arriba. Es común que el dolor aumente y disminuya de intensidad sin causa aparente.
Existen diferentes enfermedades que pueden producir síntomas similares, y van desde problemas en la parte posterior de la cabeza, inflamación de los tendones del hombro, codo, muñeca y mano. Atrapamiento de los nervios del brazo, como en el Túnel del Carpo o del cubital. Inflamación de los nervios como en el Herpes, etc. Por lo que es indispensable que el médico realice una Historia Clínica y Exámen Físico completos.
Los estudios que nos ayudan a precisar el diagnóstico van desde Radiografías, Resonancia Magnética, TAC, y estudios que valoran la función de los nervios como la Electromiografía
En la mayoría de los casos, el dolor se resuelve espontáneamente en unos días, o responde muy bien al tratamiento médico, por lo que se debe intentar manejo con alguna de las siguientes opciones:
1) Medicamentos. Los llamados Anti-inflamatorios son los más comúnmente utilizados (Naxen, Ibuprofen, Diclofenaco, etc), sin embargo estos no deben ser utilizados por períodos prolongados ya que pueden producir irritación en el estómago (gastritis o úlcera gástrica), o lesionar los riñones y el hígado, además pueden elevar la Presión Arterial en las personas con Hipertensión. Otros medicamentos llamados Analgésicos (Acetaminofen, Ketorolaco, etc.) ayudan a controlar el dolor, los Narcóticos (Morfina y sus derivados) pueden ser útiles en casos de dolor intenso, también se pueden utilizar relajantes musculares y medicamentos utilizados para controlar las convulsiones y antidepresivos son útiles en los casos de dolor crónico.
2) Collarín Cervical. La inmovilización con collarines blandos por períodos cortos de menos de una semana puede aliviar o disminuir el dolor producido por los nervios inflamados. No se recomienda la inmovilización por períodos mayores a dos semanas.
3) Tracción Cervical. Esta implica el uso de un sistema para “estirar” el cuello, con la idea de dar más espacio y aliviar la presión sobre los nervios comprimidos.
4) Terapia Física. Aunque no existe evidencia científica clara de sus beneficios. Es común que se utilicen masajes, hielo, calor, Ultrasonidos, Estímulos eléctricos, etc.
5) Infiltraciones o Bloqueos con Cortisona, además de controlar el dolor, estos bloqueos nos ayudan a precisar el sitio de origen del dolor en los casos en los que esto no es muy claro.
SOLO EN LOS CASOS EN LOS QUE EL DOLOR NO RESPONDE A ESTAS MEDIDAS, O CUANDO EXISTE UN DEFICIT EN LA FUERZA O SENSIBILIDAD, se debe considerar el manejo con Cirugía.
Dentro de la opciones quirúrgicas se encuentran:
A) Retirar el disco y todo el tejido inflamatorio que comprime los nervios (Laminectomía, Foraminectomía). Estos procedimientos se pueden realizar a través de pequeñas incisiones o en forma percutánea (Microcirugía).
B) Además de retirar el disco y tejido inflamatorio, se puede realizar una fusión entre las vértebras superior e inferior utilizando injerto de hueso, el cual puede o no ser estabilizado con una placa y tornillos.
C) Reemplazo del Disco con una Prótesis
Cada uno de estos métodos tiene sus ventajas y desventajas que no es posible discutir en esta breve descripción.