Boletín 150. Las Vacunas en los Niños

Desde la publicación de un estudio británico hace 17 años, que sugería un aumento en los casos de Autismo en niños que recibían diversos tipos de vacunas, ha existido un movimiento de resistencia a la aplicación de estas. Por cierto dicho estudio ha sido refutado por muchos otros que incluyen miles de niños vacunados en los que se ha demostrado que esta asociación NO ES CIERTA.
Debido a esta resistencia, en Estados Unidos se ha presentado un aumento en los casos de Sarampión, Paperas y Tosferina en los últimos años. Por ejemplo en el 2012 se presentaron más casos de Tosferina que en cualquier otro año desde 1955. A pesar de esto en EUA mas del 90% de los niños reciben las dosis recomendadas de Vacunas para el Sarampión, Rubeola,, Paperas, Polio, Hepatitis B y Varicela

Aunque ninguna medicina o vacuna está libre de producir efectos adversos indeseables, la mayoría de los que se presentan después de una vacuna son relativamente moderados (fiebre en hasta el 10% de los casos después de la vacuna MMR), o muy raros como una reacción alérgica severa (anafilaxis) que se presenta en 1 caso por millón de aplicaciones. Además la fiebre y dolor en el sitio de la aplicación son relativamente comunes. El enrojecimiento e inflamación en el área de la aplicación es raro, pero puede afectar todo el brazo o la pierna cuando se presenta. En casos muy raros se pueden presentar convulsiones asociadas a la fiebre o incluso en casos extraordinariamente raros Encefalitis. Esto ha sido confirmado en una revisión de más de 1,000 estudios publicados.

Por otro lado, se calcula que solo en EUA, en los bebés nacidos entre 1994 y 2013, las vacunas evitaron cerca de 322 Millones de enfermedades, 21 Millones de hospitalizaciones y 732,000 muertes prematuras.
Existen situaciones excepcionales en las que se recomienda no vacunar:
1) Niños que han tenido una reacción alérgica severa o son alérgicos a los componentes de alguna vacuna, NO DEBEN RECIBIR DICHA VACUNA.
2) Niños con Inmunosupresión (debilidad del sistema de defensas), como por ejemplo aquellos con Leucemia o Cáncer, en particular si están recibiendo quimioterapia.
3) En casos de cualquier otra enfermedad severa, se debe consultar con su Pediatra.
Para las enfermedades leves, incluso con fiebre, en general no se recomienda retrasar las vacunas, ya que esto expone por mayor tiempo a los niños a las enfermedades prevenibles con las vacunas.
El esquema actual de vacunación recomendado por la Academia Americana de Pediatría durante los primeros 3 años de vida cubre contra 14 enfermedades distintas (comparado contra 7 en los años 70´s). Incluye 26 vacunas, y hasta 5 en una sola visita, ya que varias de las vacunas se tienen que aplicar en forma repetida. El momento de la aplicación depende de cuando es más efectiva y más segura la vacuna.
De hecho, lo que hace una vacuna es exponer un virus o bacteria al cuerpo, generalmente en forma inactivada o al menos debilitada, para que el cuerpo produzca una reacción en contra de ese virus o bacteria, y así la siguiente vez que el niño es expuesto a dicho gérmen, ya tiene las defensas apropiadas para atacarlo y defenderse del mismo, y de esta manera no enfermarse. De hecho los niños (y todos nosotros, adultos también) se exponen todos los días a múltiples bacterias y gérmenes, por lo que las vacunas solo forman una muy pequeña parte de las interacciones que suceden entre las personas y los gérmenes que producen las infecciones

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