Sin duda que uno de los grandes descubrimientos que han permitido realizar procedimientos diagnósticos y cirugías sin dolor es la ANESTESIA. Esta consiste en “dormir” una parte del cuerpo (Anestesia Local o Regional) o todo el paciente (Anestesia General) con el propósito de realizar procedimientos sin producirle dolor al paciente.
De hecho antes de que se conociera la Anestesia, los procedimientos que se podían realizar eran muy limitados, y se hacían casi exclusivamente cuando eran indispensables para salvar la vida del paciente. En esa época se utilizaba alguna hierba o droga (adormidera,opio,coca, etc) , o incluso se emborrachaba al paciente, y luego se le sujetaba con cuerdas o entre muchas personas, para que no se moviera y permitiera al cirujano realizar el procedimiento en el menor tiempo posible. De hecho antes de que se conociera la Anestesia, se consideraba como los mejores cirujanos a aquellos que podía realizar un procedimiento con la mayor rapidez, ya que esto disminuía el tiempo del dolor al paciente. Además los primero quirófanos se hicieron para poder evitar que otros pacientes se percataran del dolor que presentaba aquel al que se le sometía a una cirugía.
Aunque a través de la historia se fueron dando avances en el uso de diversas substancias y métodos para disminuir o bloquear el dolor, no fue sino hasta la década de 1840-1850, cuando el uso del éter y el cloroformo se utilizan tanto en Estados Unidos como en Inglaterra, dando inicio a la ANESTESIA MODERNA. Desde ese momento se multiplica en forma exponencial la realización de procedimientos quirúrgicos, tanto en el número como en la complejidad y duración de los mismos. Se puede decir que los cirujanos contaban ahora con todo el tiempo y tranquilidad para realizar múltiples y diversos procedimientos.
Sin embargo y debido a lo anterior, se incremento también el número de infecciones relacionadas con estos procedimientos, y debido a que los antibióticos no se descubrieron hasta cerca de 70 años después, muchos pacientes murieron o tuvieron serios problemas por dichas infecciones.
La Anestesia puede producir adormecimiento o pérdida del dolor en una pequeña área, como cuando se realiza un procedimiento dental, o se cierra una herida, a esta se le llama Anestesia Local. Existen también anestésicos que se pueden aplicar en forma de spray o en cremas, estos también son anestésicos locales. La Anestesia Regional es la que se utiliza para dormir un brazo, una pierna o ambas, también conocida como Anestesia Epidural o Raquia, cuando se aplica en la parte baja de la espalda y permite realizar una serie de procedimientos en el abdomen y en las piernas. Para dormir todo el paciente, en la llamada Anestesia General, se pueden utilizar medicamentos que se aplican a través de las venas o inhalados a través de mascarillas o incluso tubos que llegan hasta la tráquea con la finalidad de controlar la respiración del paciente mientras está dormido. Como todas las cosas, los diferentes tipos de Anestesias tiene sus ventajas y desventajas. Las principales ventajas de las anestesias locales o regionales, es que permiten que el paciente continúe consciente (pero sin dolor) y respirando por sí mismo. La Anestesia general por otro lado requiere de que el Anestesiólogo tome el control de la respiración del paciente ya sea utilizando un ventilador especial o incluso manualmente. En ocasiones se utiliza una combinación de Anestesia Local/Regional con Anestesia General según el tipo de procedimiento y las condiciones del paciente. Incluso existen también condiciones en donde se deja algún tipo de Anestesia Regional por tiempo prolongado, en la cuál se administran pequeñas dosis de anestésicos a través de un catéter para control de dolor en pacientes con cirugías grandes y/o dolorosas (Cesáreas, Reemplazos articulares, Fracturas complejas, etc.); o en padecimientos con dolor crónico como el cáncer, enfermedades de los nervios, etc. Este tipo de anestesia puede utilizarse por días o semanas. Incluso hay algunas llamadas bombas de infusión que se implantan por debajo de la piel para el control de dolor crónico.
Por supuesto que todos estos medicamentos deben ser administrados por un médico entrenado para esto (Anestesiólogo), ya que su uso implica una serie de riesgos y potenciales complicaciones. De hecho existe una rama de la Anestesiología que se encarga del manejo del dolor en diversas circunstancias.