Boletín 214. Seguridad en las Albercas

Se acerca el tiempo de calor y las vacaciones, lo cual hace que el uso de las albercas se incremente. Sin embargo existen algunos riesgos relacionados con su uso que debemos tomar en consideración.

Las siguientes son Recomendaciones generales para prevenir lesiones o accidentes en las albercas.
– Aprenda a nadar. Y enseñe a sus hijos.
– No nade solo, ni deje que sus niños lo hagan. En EUA se producen mas de 2,500 muertes al año y la mayoría son en niños.
– No se tire de clavado en albercas de poca profundidad, esto puede producir lesiones muy serias en la cabeza y el cuello que llevan incluso a parálisis permanente de brazos y piernas o la muerte. Antes de hacerlo revise la profundidad de la alberca.
– Si hay un trampolín en la alberca, úselo apropiadamente, no corra, ni trate de saltar por los lados del mismo. Una vez que usó el trampolín nade hacia una orilla para darle oportunidad a otra persona de usarlo. Nunca debe haber más de una persona sobre el trampolín.
– Las albercas deben ser protegidas con rejas o cortinas especiales para evitar que niños pequeños caigan en ellas. Las albercas son peligrosas tanto al estar llenas como al estar vacias.
– Los niños pequeños y las personas que no saben nadar deben usar un salvavidas mientras estén en la alberca.
– No permita que los niños corran alrededor de la alberca. Debido a que esta área se encuentra húmeda es muy común que se resbalen y sufran lesiones.
– Recuerde que el alcohol y el agua no se mezclan. El alcohol afecta su manera de pensar, su visión y su movilidad. Puede reducir su capacidad para nadar y para mantener su temperatura corporal. Hasta el 50% de las muertes en adolescentes y adultos están relacionadas con el alcohol.
– Aunque es muy común escuchar que después de comer no te puedes meter a la alberca por 1-2 horas. No he podido encontrar evidencia científica que soporte esta creencia popular. Después de una comida abundante, intentar hacer cualquier tipo de ejercicio intenso o nadar en forma competitiva no es buena idea, pero meterse a la alberca a chapotear o refrescarse no parece tener repercusiones.
– Evite las infecciones del oído, manteniendo seco el conducto externo del mismo. Aplicando una gota de alcohol en cada oído (SwimEar) o secándolo con un aplicador de algodón (Qtip) al salir de la alberca.
– Cuando se usa la alberca para hacer ejercicio, siempre realice algún calentamiento previo, como caminar o trotar por unos 3-5 minutos o realizar estiramiento, así se disminuye el riesgo de lesiones.
– La lesión más común en los nadadores es en el hombro, y esta se debe al movimiento repetitivo. La mejor manera de prevenirla es con un programa de fortalecimiento muscular para el cuello, hombros y espalda alta. Así como con un incremento progresivo en la intensidad, distancia y frecuencia en la que se nada.

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