La semana pasada se hizo del conocimiento público nacional la detención de un médico en Oaxaca quien había operado a un niño de 3 años con una fractura en el codo, y que lamentablemente falleció unas horas después de la cirugía. Aunque desconocemos los detalles del caso. El Médico fue apresado y acusado de Homicidio Doloso (Intencional, o Premeditado), esto principalmente basado en el hecho de que no existía una Unidad de Cuidados Intensivos en la Clínica particular donde se realizó la Cirugía. La reacción de la comunidad médica nacional no se hizo esperar, y pronto surgieron una serie de manifestaciones de apoyo desde las diferentes Sociedades y Colegios Médicos de todo el país e incluso de diversos países Latinoamericanos. Incluso se realizo una marcha en diversas ciudades del país el domingo 8 de Abril y se realizó un paro parcial de labores médicas en algunos lugares el pasado viernes 13 de Abril.
Los principales argumentos de la comunidad médica, los cuales comparto, fueron:
1) Un Médico NUNCA tiene la intención de dañar, y menos matar a un paciente.
2) Si se tuvieran que realizar todos los procedimientos médicos que tienen riesgo (Y DE HECHO TODOS LOS PROCEDIMIENTOS TIENEN ALGUN RIESGO) en Hospitales o Clínicas que cuenten con Unidades de Cuidados Intensivos, se paralizaría la atención médica en el país. Ya que la mayoría de los procedimientos médicos en el mundo (aún en los países del Primer Mundo) se realizan en Consultorios, Centros de Cirugía Ambulatoria, Pequeñas Clínicas y Hospitales que no cuentan con Unidades de Cuidados Intensivos.
3) Se debe revisar la Legislación para despenalizar el Acto Médico.
Por supuesto que se deben de investigar los hechos y fincar las responsabilidades que correspondan a cada uno, pero NUNCA tomando como argumento que el Médico intentó dañar o matar (DOLO) al paciente, ni encarcelarlo hasta que se hayan aclarado los hechos.
El quehacer médico, como cualquier actividad que realizamos los seres humanos, no está exento de posibles complicaciones, y errores que pueden llegar a poner en riesgo o hasta terminar con la vida de las personas que ponen su salud, en las manos de los médicos. De hecho en Estados Unidos, los diversos tratamientos médicos y sus complicaciones son la TERCERA CAUSA DE MUERTE, solo detrás de las Enfermedades Cardiovasculares y el Cáncer. Se calcula que solo en EUA mueren entre 250,000 y 440,000 personas cada año, relacionadas con el tratamiento Médico.
Existen múltiples explicaciones para lo anterior. Una de las causas más comunes de muerte atribuibles al quehacer médico es el uso de medicamentos. La gran mayoría de ellos tienen la posibilidad de producir reacciones secundarias indeseables que ponen en riesgo la salud de las personas que los consumen, por supuesto que también tienen efectos benéficos y por eso los utilizamos. Por eso es muy importante NO TOMAR MEDICAMENTOS SIN LA INDICACION DE UN MEDICO.
En particular el uso de medicamentos es más peligroso, cuando:
Una persona toma múltiples medicamentos a la vez (ya que estos interactúan entre sí).
La persona es mayor de 70 años o menor de un año. El medicamento se usa por tiempo prolongado o a dosis altas. Otra situación común es que muchas personas son alérgicas o tienen reacciones severas al ser expuestas a algún medicamento. Algunas de estas reacciones pueden ser muy severas y matar al paciente. Entonces, el solo hecho de tomar un medicamento o inyectarlo en alguna persona le puede producir la muerte.
También existen muchos casos que están relacionados con ERRORES MEDICOS O DEL PERSONAL DE SALUD, incluyendo a médicos, enfermeras, técnicos, etc. Se han dado casos de que se le aplica por ejemplo el medicamento a un paciente equivocado, o que la dosis no es la apropiada, o que se realiza una operación innecesaria, la cual pone en riesgo la vida o al menos la salud de un paciente.
Es por esto que siempre que nos ponemos en manos de un Médico, debemos como pacientes cuestionarlo, y aclarar todas las dudas antes de tomar cualquier decisión, así sea tomar un medicamento, realizarnos algún exámen (algunos de ellos implican la administración de medios de contraste o fármacos que pueden producir una reacción alérgica o daño a diversos órganos) y SOBRETODO CUANDO SE NOS RECOMIENDE REALIZAR UNA CIRUGIA. Siempre informarnos de cuales son los beneficios, pero también los riesgos y posibles complicaciones.