Las infecciones urinarias pueden afectar el Riñón, el Uretero (Conducto que conecta el riñón con la vejiga), la Vejiga y la Uretra (Conducto que permite la salida de la orina de la vejiga al exterior). Las infecciones urinarias son más comunes en las mujeres.
SINTOMAS: En ocasiones las Infecciones Urinarias no producen síntomas y pueden pasar desapercibidas por meses o años. Sin embargo lo más común es que presenten alguna de las siguientes manifestaciones:
Necesidad Urgente y Persistente de Orinar, Ardor o Dolor al orinar, Orinar frecuentemente pequeñas cantidades de orina, Orina turbia, Orina roja u obscura (signo de sangre en la orina) o con mal olor, dolor en la parte baja del abdomen, o dolor en el costado en la parte baja de las costillas.
Las infecciones en las vías urinarias generalmente son causadas por bacterias, una de las más comunes es la Escherichia coli, una bacteria que comunmente se encuentra en el tracto digestivo. Cuando los riñones están infectados, es común que se presente fiebre, temblor, escalofríos, náusea y vómito. La infección de los riñones se conoce como Pielonefritis.
FACTORES PREDISPONENTES: La Cistitis o infección de la vejiga es más común en mujeres y puede estar relacionada a relaciones sexuales (Cistitis de la luna de Miel). Otro factor que facilita las infecciones urinarias en la mujer es la distancia, muy pequeña, entre la uretra y el ano. Además la uretra es muy corta en la mujer, por lo que las infecciones llegan facilmente a la vejiga. La Uretritis, o infección de la uretra es común que se origine por infecciones transmitidas por contacto sexual, entre las que se encuentran el Herpes, Gonorrea, Clamidia y Micoplasma.
Otro factor en las mujeres es la Menopausia, ya que después de esta, los niveles de estrógenos disminuyen y esto las hace más vulnerables a las infecciones.
En algunos casos, bebés que nacen con anomalías como Espina Bífida, en la cual el control de la salida de la orina está alterado, o bloqueos al flujo de la orina, como Valvas en la uretra o Estenosis (Adelgazamiento) de los conductos por los que fluye la orina. En otros casos: Piedras en los conductos urinarios, tumores o crecimiento del tejido prostático (Hiperplasia Prostática o Cáncer de Prostata) muy común en hombres mayores. Personas diabéticas o aquellos que requieren de Sondas o Catéteres para orinar están en mayor riesgo de contraer una infección urinaria. Este tipo de Catéteres pueden ser necesarios en forma permanente por personas paralizadas (por un accidente o una lesión de los nervios que controlan la salida de la orina). En otros casos el catéter se usa en forma transitoria, por ejemplo después de una cirugía en el abdomen, una Cesárea, o después de un Accidente o Enfermedad grave, o si la persona está en Cuidados Intensivos, etc. También las infecciones urinarias son más comunes después de que se realizan procedimientos en las vías urinarias, ya sea una Cirugía Endoscopica, una Cirugía para extraer cálculos, quitar tejido prostático, un tumor, etc.
Las Principales Complicaciones de una Infección Urinaria son: Daño (permantente) a la función de los riñones, Estenosis (Cierre parcial) de los conductos que permiten el flujo de la orina. En los casos más serios una infección urinaria se puede extender y producir una infección generalizada que incluso puede poner en riesgo la vida.
En mujeres embarazadas las infecciones urinarias son muy comunes y pueden causar que el bebé nazca en forma prematura y con bajo peso, poniendo en riesgo su salud e incluso su vida.
TRATAMIENTO: Generalmente se requiere de antibióticos y corregir cualquier factor que haya predispuesto a la infección, como: Piedras y obstrucción del paso de la orina, etc.